Poder ver en directo a una banda como Zion 80 es todo un lujo. Si además, el concierto se celebra en un lugar como el Teatro Manzoni, en buenos asientos y con mejor sonido, la experiencia es aún mejor. Como casi cada año, dentro del ciclo “Aperitivo in Concerto”, este teatro celebra un concierto dedicado a la música de John Zorn, y en esta ocasión Zion 80 han sido los elegidos para interpretar las piezas del genio neoyorquino.
Responsables del impresionante volumen 23 de la serie “Book of Angels”, titulado “Adramelech”, esta banda, liderada por el guitarrista Jon Madof, es en directo una verdadera apisonadora. Mezclando la música de tradición judía, con ritmos propios del Afro-beat de gente como Fela Kuti y con otros más cercanos al rock y al jazz, nos hicieron disfrutar de manera extraordinaria a todos los que allí estábamos, desprendiendo una energía difícil de explicar con palabras.
Ver salir a escena, nada más y nada menos, que a 11 músicos de esa categoría pone nervioso a cualquiera. A la izquierda, la sección de vientos, formada por Zach Mayer al saxo barítono, Jessica Lurie al saxo barítono y la flauta, Matt Darriau al saxo alto y la flauta, Greg Wall al tenor y Frank London a la trompeta. En el centro, el teclista Brian Marsella, el percusionista Marlon Sobol y el baterista Yuval Lion, y a la derecha, Shanir Ezra Bluemenkranz al bajo eléctrico, y Yoshie Fruchter y Jon Madof a las guitarras.
El repertorio consistió en 6 composiciones de John Zorn, incluidas en “Adramelech”, “Araziel”, “Sheviel”, “Metatron”, “Kenunit”, “Nehinah” y “Caila”, más otras tres piezas de Rabbi Shlomo Carlebach, un importante compositor y religioso judío del siglo XX, cuyas melodías han sido también transformadas por los arreglos de Zion 80 en su primer álbum. Todos estos temas fueron alargados en directo, añadiendo y extendiendo los solos, demostrando que aunque los discos suenan muy bien, estamos ante una banda que en directo se crece de una forma sorprendente. Poderosos ritmos, arreglos frescos y complejos a la vez, melodías preciosas y solos alucinantes. Ver a gente como Frank London o Greg Wall, haciendo sus solos de trompeta y saxo tenor respectivamente, o actuando como un duo, o los duelos de guitarras, de percusiones, de teclado y batería,etc….es inigualable.
Para nombrar aquí todos los solos habría que hablar de todas y cada uno de los músicos, ya que todos tuvieron sus momentos de protagonismo. La mezcla de los sonidos graves de los saxos barítonos, con las partes de flauta, la electricidad de las guitarras, el órgano y el bajo, la fuerza de la batería combinada con los toques étnicos de las percusiones, la belleza de los saxos alto y tenor y la trompeta….Todo fue como un sueño, un sueño de más de 100 minutos del que no queríamos despertar. ¡Impresionante!.
Francisco Macias