En un mundo en el que casi todo está ya inventado, una buena forma de innovar es saber mezclar elementos conocidos de una manera original, creativa, sin miedo a traspasar fronteras. Una buena parte de las mejores bandas que escucho en la actualidad se basan en esta “filosofía” y el resultado suele ser sobresaliente. Un buen ejemplo es Zhongyu,una nueva formación norteamericana que combina elementos del rock progresivo, del jazz, del rock en oposición y de la música tradicional china de forma magistral. El artífice de este proyecto es el compositor Jon Davis, que tras vivir varios años en China, decidió comenzar a planificar esta aventura, según sus propias palabras, “intentando equilibrar conceptos opuestos de la música, como composición e improvisación, serenidad y caos, armonía y disonancia, complejidad y simplicidad, lo acústico y lo eléctrico”. Para ello recurrió a su amigo el guitarrista Dennis Rea, bien conocido por muchos de vosotros, ya que es miembro de bandas como Moraine o Iron Kim Style, y un gran amante también de la cultura china, que a su vez incluyó en el proyecto a otros dos músicos de Moraine, la violinista Alicia DeJoie y el saxofonista James DeJoie. Con la llegada del baterista Randy Doak, la formación quedó de esta manera:
-Jon Davis: Chapman Stick, Guzheng (instrumento de cuerda tradicional chino, precursor del koto, que se puede tocar con los dedos, con arco, o conectado a un sintetizador), mellotrón, ARP2600 y composición.
-Dennis Rea: guitarras eléctricas y acústicas.
-Alicia DeJoie: violín eléctrico.
-James DeJoie: saxo barítono, flauta y clarinete bajo.
-Randy Doak: batería y percusión.
El sello Moonjune acaba de publicar el primer disco homónimo de Zhongyu (palabra china que significa “¡Finalmente!”, y que hace referencia al tiempo que ha pasado desde que Davis comenzó a fraguar el proyecto hasta que finalmente ha visto la luz), y el resultado es fantástico.
El disco se abre con “Apple Of My Mind’s Eye 2” (2’08), una introducción bastante psicodélica, que parece grabada en el interior de un templo budista, y que es un magnífico comienzo para este trabajo, que continúa sin pausa con “Torture Chamber Of Commerce” (4’42), pieza totalmente eléctrica, con influencias crimsonianas, gracias en parte al stick y a la guitarra, con una oscura y preciosa melodía central de violín. Con el siguiente corte, “Iron Rice Bowl Has Rusted” (3’45) viajamos a China. El contraste con el anterior tema es enorme, y a la vez maravilloso. La combinación de los sonidos del guzheng, la flauta y el violín es sublime, y unida a la inquieta, pero a la vez relajante, sección rítmica, hace que el “viaje” sea realmente intenso.
“Hydraulic Fracas” (8’03) también tiene un bellisimo principio de corte étnico, con la flauta como protagonista. Durante tres minutos el resto de los instrumentos van arropándola, creando una atmósfera onírica, hasta que comienza a interpretar la melodía principal. El stick marca el riff, apoyado por la guitarra, y el violín apoya la el motivo de flauta en algunos momentos. Destacar también el posterior solo de guitarra de Dennis Rea. Tras esta magnífica composición, le toca el turno a una pieza con un espíritu más improvisador, “Tunnel At The End Of The Light” (4’05). Con un carácter más caótico, pero sin perder nunca el rumbo, nos ofrece algunas de las mejores líneas de Chapman stick del disco, acompañando junto a la batería los magníficos pasajes de guitarra, flauta y violín. Otro gran contraste llega con “Apple Of My Mind’s Eye 1” (2’02), bonito tema interpretado con guzheng, clarinete bajo y violín, que destaca como un paréntesis que se cierra con “Half Remembered Drowning Dream” (5’20), otro de los cortes más libres del disco, algo etéreo y sugestivo, con una imaginativa combinación del guzheng, la guitarra, el clarinete bajo, las percusiones, el violín, los fondos de mellotrón,etc…En algunos momentos me parece que estoy escuchando pasajes del álbum “Lark’s Tongues In Aspic” de King Crimson. Sin pausa, y conectado con el mellotrón, aparece “Sleepwalking The Dog” (6’41), una maravilla que contiene una preciosa melodía de violín y clarinete bajo, instrumentos que poco después hacen dos buenos solos, primero cada uno el suyo, y después otro alternándose, sobre un fantástico ritmo de stick y batería. El ritmo va haciéndose más intenso por segundos, hasta que llega el solo de guitarra, con el mellotrón de apoyo. ¡Genial!
Con “Wonderland Wonderlust” (5’31) recuperamos los aires orientales, con un inicio de guitarra acústica y guzheng, al que después se le une la flauta, la sección rítmica, el violín y la guitarra eléctrica. Le sigue “Cat Hair All Over It” (2’10), una corta pero fantástica improvisación colectiva que desemboca en “MBBL” (5’17), estructurada sobre una bonita y oscura melodía de violin y saxo barítono, con una base continua de stick, y buenos momentos de trompeta de Daniel Barry. Me encanta el cambio de ritmo, pasando del RIO casi al blues, con un precioso solo de guitarra que me recuerda al maestro Zappa. Y para terminar, “All Food Comes From China” (4’51), que nos invita a finalizar nuestro viaje volviendo a las montañas chinas. La combinación del guzheng, las flautas y la guitarra eléctrica, sobre una base que transmite paz, logra que casi podamos ver los paisajes del lejano oriente.
Un disco fresco, lleno de vida, intenso y plagado de contrastes. ¿Qué más se puede pedir?.
Francisco Macías