Zaal es un proyecto del teclista de La Maschera Di Cera, Agostino Macor. Cuando en 2004 publicaron su primer trabajo, “La Lama Sottile”, lo compré enseguida. Tenía los dos primeros trabajos de La Maschera Di Cera y me encantaban, y además tuve la suerte de poder conocer a Macor en un concierto en Portugal. El discó me gustó muchísimo. Jazz rock instrumental, con mucho protagonismo del violín (y de los teclados, claro). Los años pasaron y parecía que el proyecto no iba a tener continuación, hasta que en 2008 Macor lo retoma con una formación totalmente distinta, grabando su segundo disco en el invierno de 2009, titulado “Onda Quadra” . Este nuevo trabajo acaba de ser publicado por el sello BTF y lo he pasado muy bien escuchándolo. La banda está formada por:
–Agostino Macor: Teclados, Composición.
–Francesco Mascardi: Saxo
–Michele Bernabei: Trompeta
–Paolo Marasso: Bajo, Contrabajo.
–Alessandro Quattrino: Percusión
–Luciano Zangari: Batería
–Federico Branca: Batería en “Quinto Palindromo”.
Lo primero que me sorprendió es la sustitución de las cuerdas por los vientos, lo que naturalmente cambia el sonido de la banda, llevándolo hacia terrenos más cercanos al jazz.
El álbum comienza con “Antefatto” (1’29), una introducción oscura de piano eléctrico, con toques de percusión, detalles de trompeta, saxo y efectos, que da paso a “Quinto Palindromo” (9’40), que consiste en un pegadizo groove de bajo que después recoge el piano, sobre el que se intercalan pequeños solos de saxo soprano y sintetizador, entrando más tarde la trompeta. En la parte central de la pieza Macor se queda solo con el Rhodes, y junto con la trompeta y el contrabajo nos adentra en terrenos más minimalistas, hasta que vuelve el ritmo que nos lleva a un apoteósico final con una buena combinación de saxo soprano, trompeta y sintetizador. ¡Una pieza formidable! . Continuamos con “Contare In Cerchio” (1’43), un solo de contrabajo con arco, con algunos efectos, que da paso a otro de los mejores temas del disco, “Dyane 6” (5’53). Comienza con un bajo funky y el piano eléctrico. La banda entra poco a poco hasta que el saxo tenor interpreta una melodía, alternándose y combinándose con la trompeta y el sintetizador. Macor hace un buen solo de piano eléctrico, con mucha percusión de fondo, hasta que regresa el saxo tenor. Es característico de este disco el hecho de que los solos sean cortos, algo que hace los temas muy dinámicos, ya que hay un relevo constante en los instrumentos que escuchamos. El siguiente corte es “Reveil (In The Capsule)” (6’39), mucho más tranquilo. Tiene un aire más minimalista, con algunos detalles espaciales, melodías de piano sencillas y repetitivas y arreglos suaves de viento. Le sigue “ZLG Reprise” (9’19), que es una nueva versión de una de las mejores composiciones de Agostino Macor, “Zelig”, grabada originalmente para el primer disco de la banda. La preciosa melodía central es interpretada con saxo soprano en lugar de violín (como ya hemos comentado, instrumento indispensable en la primera encarnación de la banda), con una base de contrabajo tocado con arco y piano. Poco antes de la mitad de la pieza, hay un cambio de ritmo y podemos escuchar un bonito solo de sintetizador, que me recuerda mucho a la banda Happy The Man, que da paso a un ritmo más acelerado sobre el que se alternan solos de saxo soprano y piano eléctrico. La percusión tiene mucho peso en esta parte y la combinación del sintetizador con el Rhodes primero y con el piano acústico después resulta formidable. Tras un bonito final, llegamos al último tramo del camino con “Epílogo” (6’30), otra composición inquietante, que va in crescendo, con detalles espaciales, con toda la banda entrando y saliendo de forma pausada, y un final repetitivo con el saxo soprano, el contrabajo y el sintetizador como protagonistas.
Esperemos que después de este gran trabajo, Agostino Macor no nos haga esperar otros 6 años para presentarnos nuevo material de Zaal.
Francisco Macias