Ángel Ontalva y sus secuaces vuelven a la carga con un nuevo proyecto, October Equus Quartet. Aunque su último trabajo con la banda nodriza, October Equus, titulado “Permafrost”, se grabó también en formación de cuarteto, el concepto es ahora bastante diferente. Los teclados de Victor Rodriguez se han sustituido por el saxo alto de Alfonso Muñoz, lo que unido al hecho de que todas las composiciones son de Ángel Ontalva, hace que estemos ante un disco más cercano al jazz que al rock progresivo o al RIO más clásico. Reconozco que cuando se planteó “Isla Purgatorio”, pensé que la banda se alejaría aún más del sonido que los caracteriza, pero ahora, al haberlo escuchado en varias ocasiones, me doy cuenta que aunque el acercamiento al jazz y al downtown neoyorquino es notorio, que hay una mayor libertad en la sección rítmica formada por Amanda Pazos al bajo y Vasco Trilla a la batería, más espacio para la improvisación y que los solos de saxo y guitarra fluyen de una forma diferente, la banda sigue siendo October Equus. La razón principal es que los temas de Ontalva tienen desde hace tiempo, afortunadamente, una personalidad propia difícil de disimular, y de que los músicos, aún tocando dentro de otros parámetros, son los que habitualmente lo acompañan en sus aventuras.
El disco comienza con “Neutoma” (5’35), y enseguida notamos el cambio de dirección. El bajo obsesivo, constante, la combinación de saxo alto y guitarra, que recuerda a bandas como Curlew o Gutbucket, el solo de guitarra, con un sonido cercano al jazz rock de los ’70, los cambios de ritmo, el solo de saxo….todo da una sensación de apertura, de libertad, que es más difícil de encontrar en otros proyectos de la banda. Esta sensacional pieza nos conduce hasta “Totems” (4’04), donde reconocemos mejor a los October Equus de siempre, aunque la sección rítmica está mejor que nunca, creando unas bases estupendas para la interpretación de la melodía principal y los solos de guitarra y saxo. Le sigue “Isla Purgatorio” (1’10), que tiene una de esas melodías características de Ángel, interpretada con saxo, con imaginativas figuras de guitarra y la sección rítmica apoyándolo. El siguiente corte es “Sin permiso” (4’52), que tiene espacio para la improvisación colectiva, integrado en una composición que no podría ser de otra persona más que de Ontalva. “Nocturno” (3’50) es una de mis piezas favoritas. Construida a partir de una improvisación para saxo de Alfonso, la banda consigue crear una atmósfera preciosa, inquietante y nostálgica a la vez, con un sonido de guitarra y bajo maravillosos, y fantásticos detalles de Vasco a la percusión. Continuamos con “Medusa” (3’42), otro gran tema, con el bajo y la batería muy sueltos y buenos solos de saxo y guitarra. Le sigue “Arena Blanca” (5’15), que te atrapa desde el principio, gracias a la línea de bajo de Amanda. La melodía de guitarra y saxo es maravillosa, y es que uno de los secretos para que este disco suene tan bien es la combinación de estos dos instrumentos, apoyándose el uno en el otro, y respaldados por una sección rítmica precisa, bien conjuntada y enérgica.
El siguiente corte, “Euryale” (4’52), es una auténtica maravilla. Tiene un inicio oscuro, solemne, y la melodía de saxo me transporta al downtown neoyorquino. La sección rítmica está sobresaliente, y de hecho, el solo de guitarra de Ángel, de corte jazz rockero, consiguen convertirlo más en un duelo entre la guitarra, el bajo y la batería, que en un solo en sí. Además, la base que crean para el bonito solo de saxo de Alfonso es fantástica, apoyada por los fraseos de Ángel a la guitarra. ¡Genial! Y para terminar, otro de los grandes momentos del disco, “La Ofrenda” (5’24), una gran composición, donde los cuatro músicos están absolutamente impresionantes. Me resulta refrescante escuchar un tema tan propio de October Equus interpretado de esta manera tan audaz, tan libre, y tan lleno de energía.
En definitiva, creo que este es uno de los disco más interesantes que han publicado Ángel Ontalva y compañía, que forman una de las bandas que más y mejores proyectos están publicando en la escena “progresiva” actual de nuestro país. Además, el Cd cuenta, como es habitual, con un fantástico libreto con impresionantes dibujos del propio Ontalva.
Francisco Macias