Maelstrom es una desconocida banda norteamerica formada por Robert Williams (guitarra, teclados, vientos y voz), Mark Knox (teclados), Jim Larner (flauta, guitarra, teclados, percusión y voz), Jeff McMullen (guitarra y voz), Bruce Weingardt (bajo) y Jim Miller (batería). Tan sólo publicaron un disco en 1973, titulado “On The Gulf”. Fue reeditado en Cd en 1997 por el sello Black Moon, bautizado de nuevo como sencillamente “Maelstrom”, pero en el año 2003, cuando escribí este artículo, ya estaba descatalogado. Ahora, tras más de una década sin poder conseguirse, vuelve al mercado de la mano del sello italiano Black Widow. He pensado que sería interesante, a la hora de describir el disco, utilizar el mismo texto que se publicó en el número 8 del fanzine Eliogabalus, en abril de 2003, ya que en aquella época escuchaba rock progresivo a todas horas, y aunque es un disco que me sigue gustando mucho, creo que es mejor descubrir la concepción que tenía del álbum hace 10 años.
El disco comienza con “Ceres” (5’45), cuya primera parte consiste en una preciosa melodía vocal (la conjunción de voces puede recordar a Gentle Giant), acompañada por el piano, con gran protagonismo de la batería, y un posterior solo de flauta. En la segunda parte, más misteriosa, podemos escuchar mellotrón, vibráfono, guitarra y voces. Un precioso solo de órgano que se va acelerando por segundos marca el final de esta maravilla, que nos muestra lo que se puede hacer en tan sólo cinco minutos. Estos también es válido para la tremenda instrumental “In Memory” (4’43), con incesantes cambios de ritmo y una combinación de saxo y vibráfono alucinante, aunque el teclado tampoco se queda atrás. Le sigue “The Balloonist” (5’31), que tiene un potente ritmo, muy pegadizo y cambiante, sobre las que se desarrollan preciosas melodías de saxo, guitarra y vocales. Tras estos 15 minutos puramente progresivos nos encontramos con cinco canciones tranquilas, pero muy ricas en matices. La primera es “Alien” (2’59), tema lento, muy bonito, con mellotrón de fondo. La segunda, “Chronicles” (4’16), es de un lirismo apabullante, donde las voces adquieren una gran fuerza y dramatismo. El saxo es tremendo, y no nos olvidemos del piano, el órgano y los detalles de guitarra. La tercera es “Law and Crime” (3’26), por la cual siento una especial debilidad. Elegante, con un ritmo de bajo muy marcado apoyado por el vibráfono, y una melodia vocal excelente. ¡Genial!. La cuarta, “Nature Abounds” (4’23), podría ser el tema central de un musical de Andrew Lloyd Webber. Melódica, y con un bonito final de saxo. El último tema de este bloque, y también del disco original, es “Below the Line” (5’33), con una melodía misteriosa, casi épica, apoyada primero sobre la guitarra acústica y la flauta, y después por toda la banda. Se va acelerando poco a poco hasta llegar a un corto solo de mellotrón que nos lleva al final. Tanto la edición en Cd de Black Moon, como la actual de Black Widow, contienen dos temas extra grabados en directo en 1980 durante el “Three Rivers festival” en Fort Wayne, Indiana. Son dos piezas puramente progresivas, instrumentales, con el teclado como protagonista, algo obsesivas, pero realmente buenas, “Opus None” (5’37) y “Genesis to Geneva”. Un broche de oro para un disco heterogéneo, realmente curioso en algunos momentos y verdaderamente bueno.
Francisco Macias