El disco que hoy propongo es un álbum publicado en 2012, pero que ya se ha convertido en un auténtico clásico del rock progresivo español. Kotebel es una banda muy experimentada, con ya seis discos en su historial, y con una calidad creciente conforme avanza su producción, hasta llegar a este Concerto para piano and electric ensemble, que es con diferencia su obra más ambiciosa y compleja.
Reconozco que el título me generaba ciertas dudas de inicio por pretencioso, pero luego resulta ser una producción de una coherencia compositiva admirable, en la que se aprecia un estudio profundo del lenguaje de los Conciertos para Piano, especialmente los del siglo XX. Es una obra en cuatro movimientos, que hereda el contraste de carácter de los Conciertos académicos, con formas libres, movimientos armónicos y transiciones muy cuidadas. Se podría decir que las principales influencias oscilan entre lo romántico y lo neoclásico, quizá con alguna pincelada impresionista, y no es difícil que se te vengan a la cabeza los conciertos de Ravel, Bartók, Prokofiev o Rachmaninov. En este contexto rock también pueden venir ecos lejanos de Emerson, Lake and Palmer, pero lo intrincado de su lenguaje rítmico o el uso percusivo del piano y la guitarra, junto con los sintetizadores, pueden recordarnos a algunos grupos de Avant Rock como Far Corner. De cualquier forma, pese a todas las influencias que se puedan mencionar, estamos ante un disco que suena a Kotebel, una banda con sonido propio y definido, cuyo reconocimiento internacional ha crecido precisamente por este motivo.
Los elementos característicos del sonido de las composiciones de Carlos Plaza siguen muy presentes: el sonido oscuro, métricas irregulares y cambiantes, los particulares timbres de sus sintetizadores… pero en este caso elaborados y enriquecidos en profundidad. El carácter casi orquestal que ya tenía la banda en este caso se acentúa, empastando de manera sorprendente el protagonismo del piano con el resto de la banda. No puedo olvidar la enorme limpieza con la que Adriana Plaza interpreta esta compleja partitura.
En definitiva, estamos ante uno de los discos de mayor finura compositiva que se hayan hecho en un contexto rock en España. Ah, y no hay nada de pretencioso en su título, es simplemente la mejor manera de definirlo. Si podéis escucharlos alguna vez en directo, no lo dudéis, es de esos grupos que cuando los escuchas en vivo te das realmente cuenta de lo buenos que son. Aquí os dejo con su maravilloso Segundo movimiento: Lento Cantabile, que además tiene el detalle de incluir la partitura de piano para quien le interese. ¡Disfrutadlo!
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