Bueno, pues ya se ha acabado la semana de conciertos. Es sin duda, el mejor viaje relacionado con la música que he hecho (son el 95% de mis viajes). Una verdadera maravilla muy difícil de explicar. Yoshi´s es un local de jazz muy bien preparado, bastante lujoso, y con un restaurante japonés de diseño en el mismo negocio. La sala de conciertos tiene 116 mesas, y a nosotros nos cedieron las más cercana al escenario, y totalmente centrada. Fue un gran detalle de la organización, en compensación a la gran distancia que hemos recorrido para asistir a los conciertos. Esto nos ha permitido el tener a los músicos a menos de 1 metro de distancia. Por desgracia, estaba totalmente prohibido hacer fotos en los conciertos, pero si hicimos algunas de la sala y los escenarios.
El sonido era perfecto, el ambiente y el trato también, y claro, los grupos. La primera noche asistimos al concierto de Secret Chiefs 3. A veces tocan con una formación reducida, pero aquí fueron ocho los músicos que interpretaron «Xaphan- Book Of Angels 9» al completo. He escuchado muchas veces este disco y fue una maravilla verlo interpretado en directo de una forma tan magistral. Sólo asistimos al primer pase, ya que en el segundo tocaban exactamente el mismo repertorio. Una curiosidad.: el batería estaba en primer plano en el escenario, y tocó de espaldas al público.
El siguiente día llegamos al local nerviosos, sabiendo como sonaba la música en el club y conociendo bien a Masada String Trio . Las expectativas se quedaron cortas. El primer set estuvo compuesto por temas del primer libro de Masada, y fue increible. ¡Qué sensibilidad y que virtuosismo!. Tenía tan cerca a Mark Feldman tocando el violín que algunos de los detalles que tocaba cuando hacia un solo, o de chelo Erik Friedlander o uno de contrabajo Greg Cohen, yo los escuchaba directamente del instrumento y no de los altavoces. Fue algo maravilloso. Y un rato después volvimos a entrar para ver el segundo set, donde interpretaron «Azazel-The Book of Angels 2». Este es un disco que también he escuchado bastante, y claro, lo disfruté a tope.
Ahí va una foto con el contrabajista Greg Cohen. Lo vimos en 6 de los 11 conciertos y fue muy amable con nosotros. De San Francisco se fue a Mexico a hacer varios conciertos con Marc Ribot y otra gente. También hablamos un rato con Erik Friedlander, quien se sorprendió mucho que hubiesemos viajado desde España expresamente para los conciertos (esto le pasó a mucha gente, claro).
Greg Cohen
Erik Friedlander
Cada dia flipábamos más a la hora de ir al local a cenar (allí la comida japonesa era barata y aprovechamos todas las noches) y ver los conciertos. Le tocaba el turno a los Masada originales. John Zorn al saxo alto, Dave Douglas a la trompeta, Greg Cohen al contrabajo y el increible Joey Baron ( al que vimos y escuchamos en 8 de los 11 conciertos) a la batería. Fue un sueño hecho realidad. Ver en directo a estos salvajes no tiene precio. Al ser un concierto acústico el sonido era transparente y cada instrumento se escuchaba en su justa medida. La sección rítmica es para volverse loco y la combinación de la trompeta y el saxo alto una maravilla. El primer set fue más potente, con más partes free. Al ser temas del libro uno, me sonaban muchos, al contrario que en el segundo set, que interpretaron temas del libro 2 que no están registradas en CD. Fue un concierto algo más melódico, si cabe con más influencia de la música judia, aunque no faltaron arranques demoledores. La única pega fue la duración, ya que cada set duró una hora, y normalmente los conciertos eran de 75 minutos, pero bueno, entre los dos fueron dos horas de concierto de Masada. Algo histórico.
Cyro Baptista
Al dia siguiente le tocaba el turno a una de las formaciones que más me gustan del entorno Zorn, Bar Kokhba Sextet .Esta agrupación es el Masada String Trio, pero con Joey Baron a la batería, Cyro baptista a la percusión y Marc Ribot a la guitarra. ¡Casi nada!. Yo ya suponia que iba a ser una maravilla, pero me quedé muy lejos. Fue indescriptible. Tienen la sensibilidad de Masada String Trio, pero cuando Ribot y Baron cogen las riendas, algo que sólo suele pasar en directo, es como un Electric Masada con cuerdas (además, interpretan piezas que también han tocado Electric Masada o Masada, como «Lilin» o«Kissofim»). El primer set fue apoteósico, con unos solos de guitarras en plan blueseros que contrastaba con las melodias judias de las cuerdas. El segundo set fue muy especial para mí. Quizás el primero fue más apabullante, pero es que en el segundo sólo interpretaron temas de «Lucifer-Book of Angels 10», un álbum que me fascina, y que aquí sonó de una forma brutal. Respetaron todo el ambiente judio y árabe que tiene el disco, con unas percusiones alucinantes y unos solos de violín y chelo increibles ( de nuevo se sentó tan cerca de mí Feldman que en algunos solos se quedaba su brazo a unos 20 centímetros de mi cara), pero cuando se emocionaban…..¡Qué barbaridad!. El disco de estudio es bastante tranquilo y aquí hubo partes que sonaron a todo trapo, y muchas improvisadas. De hecho, en 70 minutos no llegaron a tocar el disco entero. Esa noche salimos del club hipnotizados y con cara de incredulidad. A veces comentábamos, y si nos preguntan ¿como explicamos lo que estamos viviendo aquí?. Y es difícil, porque fué algo muy especial.
Se suponía que el concierto de The Dreamers iba a ser tranquilo. El único disco que tienen publicado es bastante calmado, con unas melodías fáciles y bonitas y unos fondos muy currados, pero tranquilos, casi ambientales. Es un disco de muy fácil escucha, y aunque no es lo que más me gusta del universo Zorn, me lo paso muy bien escuchándolo. Pero claro, también sabiamos que The Dreamers está compuesto por la misma gente que Electric Masada, con la excepcion de Zorn e Ikue Mori, y claro, Jamie Saft a los teclados, Marc Ribot a la guitarra, Kenny Wollensen al vibráfono, Joey Baron a la batería, Cyro Baptista a la percusión y Trevor Dunn al bajo, pueden hacer mucho ruido, y vaya si lo hicieron.
El el primer set interpretaron su único disco. Comenzaron tranquilos, con melodías agradables y bonitos fondos de órgano y piano, con toques de guitarra surf, pero en el tercer tema, interpretado por el piano, el bajo y la batería, comenzó la caña. Y cuando en temas posteriores Marc Ribot se alió con Baron, pudimos escuchar algunas de las partes más intensas de todo el festival. En el segundo set la banda interpretó el que va a ser su segundo álbum de estudio, y se desarrolló de forma similar a su anterior actuación. Una maravilla. Se me ha olvidado comentar que aunque en los concieros de Masada String Trio, Bar Kokhba y The Dreamers no toca John Zorn, él está en el escenario con ellos dirigiendo absolutamente todos los detalles, haciendo gestos y señas constantemente, dándole en el hombro Ribot cuando quiere que siga con el solo o que se detenga, y poniendo malas caras cuando algo no salia como él quería. Deja bien claro que él no toca en esos conciertos, pero que es su música y se toca como él quiere.
Trevor Dunn
Kenny Wollensen
Y llegó la últimas noche. No nos podiamos creer que se fuera a terminar. Llevábamos toda la semana en el club desde las seis y media de la tarde, comiendo sushi y viendo algunos de los mejores conciertos de nuestra vida. Además, estábamos como una moto sabiendo lo que se nos venia encima. Electric Masada es una de las bandas de jazz rock más potentes y salvajes que se pueden escuchar. Kenny Wollensen cambia el vibráfono por la batería, asi que hay dos baterías y un percusionista. 8 personas en el escenario que durante dos horas y media nos tuvieron absolutamente hipnotizados. El único defecto es que fueron los únicos conciertos donde el sonido no fue perfecto. Tanto en The Dreamers como en Bar Kokhba las partes más fuertes se escuchaban de maravilla, pero en esta ocasión daban tanta caña las dos baterias, el bajo y la guitarra que el saxo de John Zorn se quedaba en un segundo plano. Además, el piano eléctrico, que es el teclado más utilizado por esta formación ( aunque también hay detalles de hammond que no se pudieron apreciar bien) estaba muy alto y algunas notas agudas hacian daño al oido. Naturalmente, todo esto no nos importó un carajo, porque nosotros no parábamos de mover la cabeza y de mirarnos con cara de incredulidad. Además, en los temas más relajados como «Karaim», el sonido volvía a ser perfecto. También tocaron «Lilin», Tekufah», «Idalah Abal», «Kissofim», «Hath-Arob», etc… Tras el primer set no podiamos dejar de sonreir. Y llegó el segundo, donde Zorn anunció que muchos de los temas se iban a interpretar por primera vez en directo (eran temas del libro segundo de Masada y todavía no existe ninguna grabación de ellos interpretándolos), con lo que la ocasión era histórica. Aparte de estos temas, realmente impresionantes, tocaron «Metal Tov«, de Naked City, y un par de temas del libro dos que Marc Ribot ya ha grabado en formación de trio en «Asmodeus-Book of Angels 7», y de las que hicieron unas versiones aplastantes. Y se terminó la semana. A veces, Carla y yo nos preguntábamos como íbamos a poder explicar a nuestros amigos los que habiamos vivido, y es que todo lo que comento no es nada con lo que realmente pasó alli. Una experiencia inolvidable.
Francisco Macías