El 9 de septiembre de 2011 fue una fecha triste para los amantes del jazz británico. Graham Collier, contrabajista, compositor, director y educador, muere de un fallo cardiaco a la edad de 74 años. Más triste resulta que en un mundo globalizado, repleto de información, un amante de su música como yo, que tuvo la suerte de conocerlo en persona, se entere de su fallecimiento dos meses después.
En 2002 yo vivía en Ronda, una pequeña ciudad a 100 Km de Málaga, y trabajaba en un bar de copas llamado Central Corner. Sabía por un amigo que un músico de jazz vivía muy cerca del bar, en una casa que daba al famoso tajo, pero no fue hasta que un día encontré en el bar un disco de Collier cuando averigué a quien tenía por vecino. Le pregunté al dueño del local que hacía allí un disco de Graham Collier (yo sabía que no le gustaba ese tipo de música ni la conocía), y él me respondió que se lo había regalado el mismo Collier, que pasaba por la puerta todos los días. Decidí llamar su atención escribiendo un artículo sobre su segundo álbum, “Down Another Road” y publicarlo en un fanzine independiente llamado “Wha”. Cuando Graham cogió el fanzine y vio que alguien en Ronda conocía su obra se puso en contacto con el editor de la revista y este nos arregló un encuentro. Recuerdo perfectamente la primera vez que entre a su casa para tomar café. Vivía allí con su compañero John Gill, que además de una gran persona, hablaba bastante bien el castellano y nos ayudaba en nuestra conversación cuando nos atrancábamos. Mientras, sonaba “In a Silent Way” de Miles Davis. Fue la primera de varias reuniones tanto en su casa como en alguna cafetería cercana, e incluso más tarde, pasaron alguna que otra vez por la tienda en la que trabajaba en Málaga, Discos Pat, para saludarme y regalarme alguno de sus últimos trabajos. Después se trasladaron a vivir a una isla griega y perdimos el contacto, aunque de vez en cuando recibía algún mail de ellos. Ahora Graham ha fallecido y mi intención con este artículo es intentar dar a conocer su obra, una de las más interesantes del jazz británico de todo los tiempos.
Graham nació in Tynemouth, Inglaterra en 1937. Tras terminar sus estudios ingresa en la armada británica como músico y más tarde consigue una beca para estudiar en la prestigiosa escuela de música de Berklee, Boston, llegando a ser el primer graduado británico, en 1963. Ya de vuelta a Inglaterra, forma en 1967 el septeto con el que publicaría su primer álbum.
“Deep Dark Blue Centre”( Deram DML 1005, 1967)
1.Blue Walls (4’32)
2.El Miklos (6’48)
3.Hirayoshi Suite (5’55)
4.Crumblin’ Cookie” (5’21)
5.Conversations (6’42)
6.Deep Dark Blue Centre (13’23)
Para la grabación se su primer trabajo, Graham forma un septeto, que según sus propias palabras “era el número de músicos mínimo para conseguir el sonido que quería, y el máximo que me podía permitir pagar”. La banda estaba formada por el propio Collier (Contrabajo), Karl Jenkins (Saxo barítono, Oboe), Mike Gibbs (Trombón), Dave Aaron (Saxo alto, Flauta), Kenny Wheeler (Trompeta, Fliscorno), Phil Lee (Guitarra) y John Marshall (Batería). En el primer , el tercer y cuarto tema, Harry Beckett sustituye a Wheeler. Ahora mismo, cualquier amante del jazz británico, e incluso del Sonido Canterbury, conocerá a casi todos estos músicos, pero a principios de 1967 todos eran poco conocidos, excepto Kenny Wheeler, que tenía una mayor trayectoria a sus espaldas.
“Deep Dark Blue Centre” se graba en dos sesiones diferentes en enero de 1967 y la palabra que lo resume es “Elegancia”. Se nota el amor de Graham por las orquestaciones y los detalles. El equilibrio entre las partes compuestas y las improvisadas es perfecto, y los solos, nunca demasiado largos, están siempre al servicio de la composición.
“Blue Walls” es el único tema del disco que no está compuesto por Collier. Está escrito por el gran Charlie Mariano, y es un fantástica introducción al disco, destacando el precioso solo de guitarra de Phil Lee, elegante al máximo, los detalles de oboe de Jenkins y el solo de saxo alto de Aaron. Le sigue “El Miklos” (mote de Mike Gibbs en Berklee), con una melodía muy bonita interpretada por el trombón, detalles de oboe y flauta y una parte central improvisada. En “Hirayoshi Suite” podemos encontrar influencias orientales, y entre otras muchas cosas, una interesante improvisación de Beckett al fliscorno, con Marshall apoyándolo a la batería.
En “Crumblin’ Cookie”, Jenkins coge el saxo barítono y Beckett vuelve a destacar con el fliscorno, mientras que “Conversations” acoge un bonito duelo entre Dave Aaron y Kenny Wheeler. Para terminar, el tema que da título al álbum, en el que hay hueco para todos los músicos, destacando la flauta de Dave Aaron.
Unos meses después, en otoño de 1967, Graham recibe el primer encargo que el Consejo de las Artes de Gran Bretaña hace a un compositor de jazz. De esta unión surge la composición “Workpoints” y la formación de la Graham Collier Dozen, una increíble orquesta de 12 músicos, para interpretarla. Pero de esto hablaremos más tarde, ya que esta pieza no pudo escucharse en disco hasta 37 años después de su grabación, gracias al sello Cuneiform.
“Down Another Road” (Fontana SFJL 922,1969)
1.Down Another Road (5’09)
2.Danish Blue (17’30)
3.The Barley Mow (5’30)
4.Aberdeen Angus (6’02)
5.Lullaby for a Lonely Child (5’35)
6.Molewrench (8’54)
Grabado en marzo de 1969, este álbum es uno de los mejores de la carrera de Collier y uno de los más grandes del jazz británico de la época. Se publicó bajo el nombre de Graham Collier Sextet, y en su formación encontramos de nuevo a Harry Beckett al fliscorno, a Karl Jenkins que sigue tocando el oboé, pero ha cambiado el saxo barítono por el piano y a John Marshall a la batería. Un jovencísimo Stan Sulzman sustituye a Dave Aaron, tocando el saxo alto y el tenor, el trombonista Nick Evans sustituye a Mike Gibbs, y se prescinde de la guitarra.
Es curioso como habiendo prescindido del único elemento eléctrico de la banda, el disco suena casi a jazz rock comparado con su debut. El disco supone un gran salto hacia adelante en el sonido de la música de Collier, que junto con John Marshall y el piano de Jenkins consiguen unas bases rítmicas contundentes, que sin salir del campo del jazz, están muy influenciadas por el rock. Esto lo vemos sobretodo en la pieza “Down another Road” (excelentes los solos de fliscorno y saxo) y en “Aberdeen Angus”, en el que Beckett y Marshall están impresionantes. Esta pieza fue originalmente escrita para la Radio Jazz Group, una formación de 12 músicos daneses, al igual que el tema central del disco, “Danish Blue , que con sus casi 18 minutos de duración nos deja alucinados nada más empezar. Todos están increíbles, pero si algo hay que destacar es el tremendo solo de oboe que efectúa Jenkins, primero de forma melódica apoyado de maravilla por Beckett, y después en plan más “free” con la sección rítmica en estado de gracia. En el disco también hay espacio para bonitas baladas, como la solemne “The Barley Mow” , con unos vientos maravillosos, destacando el oboé y el fliscorno, o “Lullaby for a Lonely Child” (con un bonito solo de saxo de Sulzman), la única composición del disco que no es de Collier, sino de Karl Jenkins, y cuya melodía recordarán enseguida los amantes de la banda Nucleus, ya que Jenkins la utilizó de nuevo poco después para el segundo álbum de la banda de Ian Carr, titulado “We’’ll Talk About It Later”. El disco terminaba con otra obra maestra, “Molewrench”, donde la sección rítmica compuesta por el contrabajo, la batería y el piano están fantásticos, al igual que Jenkins y Evan en sus respectivos solos de oboe y trombón.
“Songs For My Father” (Fontana 6309 006, 1970)
1.Song One (Seven-Four). (9’34)
2.Song Two (Ballad). (5’38)
3.Song Three (Nine-Eight Blues). (7’52)
4.Song Four (Waltz in Four Four). (7’24)
5.Song Five (Rubato). (4’43)
6.Song Six (Dirge). (3’37)
7.Song Seven (Four-Four Figured). (9’13)
En el tercer trabajo de Graham Collier, grabado en 1970, la formación vuelve a cambiar, y enseguida echamos de menos a Karl Jenkins, ya que el sonido del oboe era tremendamente característico, a John Marshall y a Nick Evans. Afortunadamente, “Song For My Father” cuenta con otros músicos impresionantes, siendo otro de los grandes discos de Collier. Publicado bajo el nombre de Graham Collier Music (lo que evitaba que Graham tuviese que grabar con un número de músicos concreto), el disco tiene como miembros fijos a Harry Beckett, a los saxofonistas Alan Wakeman y Bob Sydor, al gran John Taylor al piano, y al baterista John Webb, aparte del propio Collier al contrabajo. Además, cuenta con la colaboración en algunas piezas de los saxofonista Alan Skidmore y Tony Roberts, el guitarrista Phil Lee y el trombonista Derek Wadsworth.
El disco se compone de una serie de piezas unidas, que pueden combinarse de distinta forma por medio de cadencias encadenadas. En la grabación del disco, se prestableció el orden, pero cuando tocaban en directo, podían combinarse de cualquier otra forma, ya que cada pieza tenia varias opciones para continuar de una forma u otra, siendo en ocasiones los mismos solistas quien con su actuación decidían el orden. El mismo Graham Collier reconocía que este sistema a veces los metía en problemas, pero que cuando se hacía bien, era formidable y le daba una gran frescura a los conciertos. Además, según él, solucionaba el problema que en muchas ocasiones tiene el compositor de querer controlar el desarrollo de su obra en directo, dando a la vez libertad a sus músicos para que tomen decisiones en el desarrollo de la misma.
Más anclado en el jazz que su anterior trabajo, “Song For My Father” también tiene ritmos muy pegadizos, aunque algo más suaves, con unas bases de piano maravillosas de Taylor, quien también efectúa bonitos solos en la tercera y séptima parte. Destacar también la increíble actuación de Alan Wakeman con el soprano( sobretodo en la apabullante y preciosa segunda pieza), o la de Wadsworth y Beckett, además de la combinación de melodías y ritmos fácilmente asimilables, pero efectuados con gran destreza, con momentos más “free”, que en ningún momento resultan exagerados o aburridos. Un disco imprescindible.
“Mosaics” (Phillips 6308 OSI, 1971)
1.Mosaics Part One (18’38)
-Piano Cadenza (including Theme 1)
-Theme 1 (ensemble) and Flugel Solo
-Duet Flugel and Soprano and Soprano Cadenza (including Theme 4)
-Therme 2 (Soprano and Rhythm) and Soprano Solo
-Drum Cadenza (including Theme 2) into Theme 3 (ensemble)
2. Mosaics Part 2 (21’50)
-Flugel Cadenza (including Theme 4) Duet Bass/Flugel
-Theme 6 (ensemble) and Tenor Solo (Sydor)
-Tenor Cadenza (Sydor) and Tenor Duet
-Piano Cadenza into Theme 2 (Piano and Rhythm)
-Flugel Solo over Theme 8 in Tenors.
“Mosaics” se grabó en directo el 8 de diciembre (o el 12, dependiendo la fuente a la que se acuda) de 1970, teniendo la banda casi la misma formación de su anterior trabajo, con la excepción del pianista John Taylor, que aquí es sustituido por Geoff Castle. Al ser una actuación en vivo, aquí se ve mucho más como funciona el sistema de composición e interpretación ya utilizado en su anterior trabajo, en el que los motivos principales, los temas, introducidos por cadencias (parte en la que el instrumento suena en solitario, sin ningún acompañamiento) o por solos, pueden combinarse de diferentes maneras dependiendo del solista en cuestión. Esto es mucho más fácil de entender si escuchamos el llamado “The Alternate Mosaic”, publicado en Cd por BGO en 2008 (en un doble Cd que también contenía “Deep Dark Blue Centre” y “Portraits”), y que recoge otra interpretación de “Mosaics” grabada la misma noche de la de versión oficial publicada en 1971. Al estar las diferentes partes cambiadas de sitio, y al tener mayor protagonismo otros solistas, la obra cambia bastante, aun siendo la composición la misma.
Los mismos títulos del álbum sirven como guía del oyente, así que sólo diré que este es un disco fluido, y proporciona sensación de calma, aunque la sección rítmica es muy inquieta e intensa, combinando fuerza y sensibilidad a partes iguales. Quizás, para los oyentes menos acostumbrados al jazz, puede ser algo más árido que sus trabajos anteriores, sobre todo por la mayor aparición de cadencias y duetos, pero en general es un álbum asequible, y una verdadera joya. Por último destacar la actuación de Alan Wakeman, sobretodo con el saxo soprano en la primera cara del disco, y como no, la de Harry Beckett, que efectua un solo de fliscorno al final del disco apoteósico, introducido por un ostinato de bajo y piano muy característico del jazz británico y que puede recordar a Nucleus o Soft Machine, y apoyado por toda la banda “in crescendo”, llegando a una intensidad altísima.
“Portraits” (Saydisc SDL 244, 1973)
1. And Now For Something Completely Different (16’50)
2. And Now For Something Completely Different (9’57)
3. Portraits I (10’57)
En 1972, la nueva banda de Graham Collier va fraguándose alrededor del nucleo más estable de la banda, la sección rítmica (unida desde mayo de 1970), compuesta por Collier al contrabajo, John Webb a la batería y Geoff Castle al piano. A ellos se le unen Ed Speight (guitarrista que había trabajado con Lol Coxhill), Peter Hurt al saxo alto y Dick Pearce al fliscorno. Con esta formación, y de nuevo bajo el nombre de Graham Collier Music, graban el álbum “Portraits”, el 16 y el 17 de noviembre de 1972.
El hecho de que las composiciones sean algo más “clásicas”, la juventud y relativamente poca experiencia de algunos músicos de la banda, y la aparición del sonido de la guitarra de nuevo, hace que el disco nos recuerde a su ópera prima, “Deep Dark Blue Centre”, en muchos aspectos.
El disco se divide en dos composiciones extraordinarias. La primera es “And Now For Something Completely Different”, dividida a su vez en dos partes para su edición en vinilo. Graham la escribió para la nueva banda (de ahí el título de la pieza), y en ella volvemos a observar la capacidad de Collier de orquestar un disco y darle un aire de grandiosidad con un grupo de músicos más o menos reducido. En la primera parte me encanta el solo de guitarra, los de piano (Castle hace un trabajo excelente, no sólo como solista, sino como parte de la sección rítmica), y el solo de fliscorno. En la segunda parte destaca el inicio de guitarra, de aires flamencos, y el solo de saxo alto, con el contrabajo y la batería creando una base increíble.
La segunda composición del disco es “Portrait I”, una balada preciosa, que tiene como principal protagonista a Dick Pearce. De hecho, Graham la escribió para él, y su intención era componer una serie de “retratos” para cada uno de los miembros de la banda, aunque creo que al final no lo hizo. Un disco excelente, donde se nos muestra al Collier más influido por Duke Ellington, pero sin olvidar su carácter innovador y su sello propio.
En 1974, Collier crea su propia casa discográfica, Mosaic, para editar con libertad sus discos y los de algunos de sus músicos habituales. Duraría solamente 5 años (aunque en 1985 se resucitó el sello para editar un nuevo disco de Collier que suponía la ruptura de un silencio discográfico que duró 7 años). Curiosamente, la inversión inicial la hizo Terry Jones de los Monty Python, con el que tuvieron problemas, ya que una posterior violación del contrato los llevo a los juzgados. Por lo que comenta Graham, en principio le dieron la razón a él, pero los costes del proceso ayudaron a que al final se cerrara la empresa. El primer álbum que Graham publicó con su propio sello fue “Darius”.
“Darius” (Mosaic, GCM 741,1974)
1. Darius (44’01)
2. A New Dawn (5’30)
“Darius” se grabó en directo el 13 de marzo de 1974 en el Cranfield Institute of Technology en Bedfordshire, con una formación parecida a la de su anterior trabajo (Collier, Webb, Castle y Speight), pero en el lugar de Dick Pearce volvemos a encontrar al gran Harry Beckett, a la trompeta y el fliscorno, y al trombonista Derek Wadsworth (que ya había participado en “Songs For My Father”), sustituyendo al saxofonista Peter Hurt.
El sonido se este disco es distinto al de los anteriores trabajos de Collier, en parte porque por vez primera no hay ningún saxofonista en la formación, y también porque Geoff Castle utiliza piano eléctrico, instrumento que en un principio no era del agrado de Graham, pero que después aceptó utilizar. El hecho de que haya dos instrumentos eléctricos en la banda, la guitarra y el piano, hace que este disco sea un magnífico punto de partida a la carrera de Collier para aquellas personas que, como yo, han llegado al mundo del jazz británico desde el rock. Como ya he comentado en muchas ocasiones, la línea que divide el denominado “Sonido Canterbury” y el jazz británico es bastante fina, y una vez traspasada, el hecho de escuchar instrumentos eléctricos, como en este disco, o ritmos como los de “Down Another Road”, ayuda a que la transición sea más sencilla para el oyente. Quizás por esto “Darius” ha quedado grabado en mi memoria como una de las grandes obras de Graham.
El tema central del álbum es “Darius”, una composición sobresaliente, que puede dividirse en varias secciones, y en la que podemos destacar el trabajo del trombonista Derek Wadsworth en la segunda parte, los bonitos solos de trompeta, guitarra y piano eléctrico de la tercera, o el gran trabajo que hace Harry Beckett en toda la pieza en general y en la cuarta parte en particular. El disco se completa con “A New Dawn”, un pieza corta que consiste en una bonita y repetitiva melodía de guitarra sobre la que el trombón improvisa de maravilla, entrando poco a poco el recto de los instrumentos. Podemos escuchar otra versión de la composición “Darius” en el directo de archivo que Cuneiform publicó en 2005 bajo el nombre de “Workpoints”, grabada en Bélgica en el verano de 1975, pero de ella hablaremos más tarde.
“Midnight Blue” (Mosaic, GCM 751,1975)
1. Midnight Blue (22’45)
2. Adam (7’00)
3. Cathedra (17’12)
“Midnight Blue” es el quinto álbum de estudio de Graham Collier y el séptimo de su carrera, y fue grabado el 17 de febrero de 1975. La formación es la misma que registró “Darius”, excepto por la sustitución de Geoff Castle por uno de los más fieles colaboradores de Graham en el futuro, el pianista Roger Dean. La tres piezas que componen el disco toman su nombre, y están inspiradas, por obras del pintor abstracto norteamericano Barnett Newman. En ellas encontramos de nuevo ese equilibrio entre la composición general y la libertad de los músicos para improvisar, tan propia de la obra de Collier. Es impresionante escuchar las partes en las que los seis músicos tocan a la vez, alternando fraseos cortos, sin que nada suene caótico, dotando a la música de una gran colorido, o las improvisaciones colectivas en las que no se pierde de vista a la melodía en ningún momento.
Los músicos, muy compenetrados entre sí, brillan en todo momento. Beckett está genial en todas sus actuaciones, sobretodo en los solos de “Midnight Blue” y “Adam”, al igual que Ed Speight ( Graham lo admiraba progundamente, y lo consideraba como uno de los guitarristas más infravalorados de la escena británica). Sus solos, elegantes en “Midnight Blue” y “Adam” (aquí con una buena base de piano, desprendiendo paz y armonía por los cuatro costados), y más rockeros, con algo más de distorsión, en “Cathedra”, son realmente formidables. Derek Wadsworth tampoco pasa inadvertido, tanto por sus arreglos, como por el emotivo solo de trombón (sin nadie apoyándolo) en “Midnight Blue”, o el de “Cathedra”, con una fantástica sección rítmica a sus espaldas. Otro de los trabajos esenciales de Graham Collier.
“New Conditions” (Mosaic GCM761, 1976)
1.Introduction (4’05)
2.Part 1 & 2 (8’30)
3.Part 3 (3’45)
4.Part 4 (5’20)
5.Part 5 & 6 (7’30)
6.Part 7 (3’55)
7.Part 8 (5’00)
8.Finale (3’45)
“New Conditions” fue quizás el trabajo más arriesgado de Collier hasta el momento. Se compuso para una banda de 12 componentes y se interpretó por primera vez en enero de 1976, en París. La grabación en estudio de esta larga composición se hizo el 2 y 3 de junio del mismo año, y para ello se contó con los siguientes músicos:
-Harry Beckett, Pete Duncan, Henry Lowther: Trompetas
-Malcolm Griffiths: Trombón.
-Art Themen, Alan Wakeman: Saxo soprano
-Mike Page: Saxo alto
-Ed Speight: Guitarra
-Roger Dean: Piano
-Graham Collier: Contrabajo
-John Webb: Batería
-John Mitchell: Percusión
En general, el disco es menos melódico de lo habitual, y en mi opinión, la composición parece más desestructurada, menos compacta. Se combinan partes orquestales que recuerdan a una big band, a veces clásica y otras más cercana la free jazz, con buenos solos y algunas partes más densas, con altas dosis de improvisación. Me quedo con la combinación de las tres trompetas en la segunda parte, la bonita balada con saxo alto que nos ofrece Mike Page en la tercera y el duelo de los dos saxos sopranos en la sexta. Un buen disco, aunque con seguridad, no el mejor para empezar a conocer la carrera de Collier.
“Symphony of Scorpions” (Mosaic GCM773, 1977)
1.Part 1 (10’51)
2.Part 2 (7’36)
3.Part 3 & 4 (13’24)
4.Forest Path to the Spring (4’12)
“Symphony of the Scorpions” sigue una línea parecida a la de “New Condition”, siendo el resultado aún mejor. Graham Collier era un amante de la obra del escritor Malcolm Lowry, y en este disco toma alguna de las técnicas narrativas de este autor y las traslada a su forma de componer música. Una de ellas era la “Técnica de la Atención Dividida”, que al utilizarse en el campo musical divide la atención del oyente en varios niveles de audición relacionados. Esto hace que la obra se disfrute plenamente cuando se le presta la atención que requiere.
La pieza central del disco se grabó en directo el 7 de noviembre de 1976, en el club de jazz de Ronnie Scott, en Londres, con la misma formación que “New Conditions”, exceptuando la sustitución de Alan Wakeman por Tony Roberts. Dura 32 minutos y está dividida en cuatro partes. Graham la compuso en el verano de 1976 y se podría definir como una especie de concierto para saxo y orquesta de jazz, donde el saxofonista Art Themen es el protagonista absoluto.
En la primera parte escuchamos varios solos de Art Themen, tanto al saxo tenor como al soprano, intercalados con momentos orquestales, con aires clásicos contemporáneos y altas dosis de improvisación. En la segunda, el protagonista es el saxo soprano, sobre una atmósfera misteriosa, terminando con una marcha al más puro estilo Carla Bley. El carácter inquietante de la obra continua en el principio de la tercera parte, hasta la entrada de la orquesta y el solo de saxo tenor sobre base de batería y percusiones (entrando después el piano y el resto de la banda), creando unos momentos fantásticos que recuerdan a las grandes orquestas de jazz de los ’50. En la cuarta parte, Ed Speight nos ofrece unos bonitos pasajes de guitarra, que se combinan con el saxo soprano, y da paso a un bello y melódico final.
La otra composición que completa el disco, “Forest Path The Spring”, se grabó en estudio el 10 de marzo de 1977, y es un dueto de Art Themen al saxo y Ed Speight a la guitarra acústica.
“The Day Of The Dead” (Mosaic GCMD 783/4, 1978)
-“Day of the Dead”
1. Part 1 & 2 (21’02)
2 .Part 3 (8’18)
3. Part 4 (13’08)
4. Part 5 (4’48)
5. Part 6 (5’06)
6. Part 7 & 8 (7’44)
-“October Ferry” (23’18)
-Triptych Part 1 (9’49) (Edición en Cd)
-Triptych Part 2 (9’03) (Edición en Cd)
-Triptych Part 3 (10’04) (Edición en Cd)
-Eridanus (4’22) (Edición en Cd)
-Quenahuac (4’17) (Edición en Cd)
“The Day of the Dead” es un doble album grabado en estudio en marzo y abril de 1978, en el que se mezcla la música de Graham Collier con varios escritos del escritor Malcolm Lowry. Para ello cuenta de nuevo con una docena de grandes músicos:
-Alan Wakeman (saxo, tenor, saxo soprano, clarinete bajo)
-Art Themen (saxo tenor y soprano)
-Roger Dean (piano acústico y eléctrico)
-Ed Speight (guitarra acústica y eléctrica)
-Roy Babbington (bajo y contrabajo)
-Ashley Brown y Alan Jackson (baterías)
-Malcolm Griffiths (trombón)
-Mike Page (saxo alto y soprano, flauta)
-Henry Lowther, Harry Beckett y Peter Duncan (trompetas y fliscornos)
-Graham Collier (dirección y teclados adicionales)
Podemos observar que en este disco Graham no toca el contrabajo, sino que le deja el puesto a un músico muy conocido por los amantes del jazz británico y el Sonido Canterbury, Roy Babbington. El doble disco original tenía dos grandes composiciones, “Day of the Dead”, que ocupaba tres caras del vinilo, y “October Ferry”, que ocupaba la cuarta.
La primera está dividida en 8 partes, y es una pieza narrada, con extractos de los escritos de Lowry leidos por el actor John Carbery. El hecho de que los textos sean en inglés (como es normal) hace que cualquier persona de habla no inglesa, y sin un buen nivel de conocimientos de este idioma, tenga problemas para integrar las partes narradas con la música. Por lo menos, eso es lo me ha sucedido a mí durante años, y eso ha hecho que sea una de las composiciones de Graham que menos he escuchado. Hay pasajes que tienen valor por sí mismos, y que pueden funcionar perfectamente sin la narración, pero hay también otros que parecen hechos expresamente para apoyar los textos, siendo estos más difíciles de asimilar.
Particularmente, me quedo con la impresionante 1ª parte, con un ritmo constante, sobre el que pasean el piano eléctrico (sí, Graham decidió usarlo de nuevo), la guitarra,el saxo,etc…,recordándonos un poco a la etapa eléctrica de Miles Davis. También me gusta mucho la 2ª, que cuenta con un precioso pasaje de guitarra, en el que Ed Speight muestra influencias de John McLaughlin, el principio de la 4ª, donde dos saxos, trombón y dos líneas vocales dan vida a las alucinaciones de Lowry, y la 7ª parte, en la que nos volvemos a encontrar con la bonita “Forest Path To The Spring”, que ya conocíamos de su anterior trabajo. Pero lo mejor del temas es la 6ª parte, donde el gran Alan Jackson sustituye al baterista Ashley Brown, creando junto a Roy Babbington una dinámica base para el lucimiento de Art Themen al soprano y Alan Wakeman al tenor, encontrándonos también bonitos fraseos de guitarra y piano, o al fantástico trio de trompetas formado por Lowther, Beckett y Duncan.
Como ya hemos comentado antes, la cuarta cara del vinilo original de “The Day of the Dead” estaba ocupada por “October Ferry”, una pieza totalmente instrumental, sin partes narradas. Comienza de forma pausada con el piano totalmente solo, y lentamente van entrando el resto de los músicos, que ejecutan cortos solos en lazados, alcanzando su punto más alto en los maravillosos solos de saxo tenor de Wakeman y Themen, con un Alan Jackson soberbio a las baquetas. Los amantes del jazz rock agradecerán la parte final, protagonizada por la guitarra, con una pegadiza sección rítmica y apoyo del piano eléctrico y de la orquesta. Un final apoteósico para una composición sobresaliente.
Cuando este doble vinilo es publicado en doble Cd por el sello Disconforme en el año 2000, se añaden algunos temas más hasta entonces inéditos. El más importante es la suite “Triptych”. Graham la compuso basándose en la obra de varios pintores contemporáneos y se grabó la misma noche en la que se registró “Symphony of Scorpions”, es decir, el 7 de noviembre de 1976 en el Ronnie Scott’s Jazz Club. Está dividida en tres partes. La primera es bastante tranquila, y en ella destaca el saxo saprano, la trompeta y la guitarra. La segunda es más dinámica, percusiva y más cercana al free jazz, con un buen trabajo de piano. La tercera tiende más a la fusión, con elementos funkies y una magnífica interrelación entre todos los instrumentos. Me encantan los solos de saxo y trombón. El Cd se completa con dos piezas cortas, “Eridanus” y “Quenuahuac”, interpretadas a duo por Art Themen y Ed Speight, que se grabaron junto a la versión de “Forest Path To The Spring” de “Symphony of Scorpions”, el 10 de marzo de 1977.
Desde 1978 hasta 1987, Graham no publicó ningún disco, centrándose en la docencia, la composición y como no, las actuaciones en directo, entre las que destacó la del festival de jazz de Bracknell de 1983, donde presentó con una de sus mejores bandas la composición “Hoarded Dreams”, pero de eso hablaremos más adelante. El regreso al mundo discográfico de nuestro protagonista se produjo en 1987 y para la ocasión resucitó su sello Mosaic, aunque por poco tiempo.
“Something British Made in Hong Kong” (Mosaic GCM 871, 1987)
1. Midsummer Dawn (9’00)
2. Whirligig (8’40)
3. Mist of Water (5’25)
4. Queensbury Rules (8’45)
5. Spring Rain (3’50)
6. Deserted Funfair (11’05)
“Something British in Hong Kong” se grabó en directo en Hong Kong en diciembre de 1985, y está compuesto por una larga suite dividida en seís partes, que fue compuesta especialmente para la gira que Collier realizó por el lejano oriente en esta época. La banda estaba formada por viejos amigos, como el pianista Roger Dean, el guitarrista Ed Speight o el saxofonista y flautista Geoff Warren, más una sección rítmica formada por el contrabajista Paul Bridge y el baterista y percusionista Ashley Brown. El mismo Graham se encargo de experimentar con un sintetizador Roland, con un acercamiento más propio de un compositor u orquestador que el de un teclista. Esto lo podemos comprobar en la primera parte de la suite, “Midsummer Dawn”, donde el sintetizador se usa para crear ambientes, combinándolo con los instrumentos acústicos, creando una pieza lenta y misteriosa, con bonitas partes de flauta y otras de guitarra que recuerdan por momentos a Robert Fripp. Otras piezas, como “Mist of Water” o “Spring Rain” son de corte más pastoral, con flauta y ligeros aires orientales. Quizás los dos extractos más atractivos para los amantes del jazz rock son, en primer lugar, “Whirligig”, una pieza repleta de cambios de ritmo, buenos y pegadizos riffs de bajo y con unas partes de saxo alto fantásticas.Me encantan los detalles y las texturas credas con el sintetizador y los toques de guitarra; y en segundo lugar “Queensbury Rules”, que se desarrolla alrededor de la batería de Ashley Brown, con interludios de piano y flauta y fraseos de guitarra.
Este álbum fue el primero que Graham editaba desde 1978, y aunque no es de los mejores de su carrera ni el más idóneo para empezar a conocer su música, me parece un buen disco. Además, es el último que publicó con una banda más o menos reducida, ya que después utilizaría siempre orquestas de como mínimo 14 o 15 músicos.
“Adam’s Marble” (Jazzis Records 1995)
1. Bright As Silver (for Don & John) (23’44)
2. Aberdeen Angus (9’16)
3. Adam’s Marble (20’39)
“Adam’s Marble” es un álbum que comezó a gestarse en una gira por Israel que Graham hizo con su banda en 1986, y para la que compuso algunos temas en primicia. No fue hasta 1995 cuando el productor israelí Adam Baruch, promotor de la gira del ’86, y dueño del sello Jazzis, logró publicar este disco, grabado el 25 y 26 de febrero de 1995 por Graham y una orquesta de 15 músicos jóvenes que estudiaban en ese momento en la Royal Academy of Music de Londres y en la Rimon School of Jazz and Contemporary Music en Ramat Hasharon, Israel, contando también con la colaboración del clarinetista Harold Rubin.
El primer tema, “Bright As Silver”, está dedicada a dos amigos de Graham que fallecieron tras una larga enfermedad y es una de esas piezas compuestas especialmente para la gira del ’86. Se puede dividir en tres partes. La primera es orquestal, con solos de clarinete, trompeta, guitarra y saxo soprano, la segunda es más lenta, con piano, flauta y contrabajo, a los que se les van uniendo más instrumentos, y que se va acelerando hasta entrar la orquesta al completo, hasta llegar a la tercera, donde regresa el piano solo y los vientos.
El segundo tema es una buena versión del clásico de Collier, “Aberdeen Angus”, que originalmente se grabó para el álbum “Down Another Road” (1968), y el tercero, “Adam’s Marble”, también se compuso especialmente para la gira del ’86 y está dedicado a Adam Baruch. Es la pieza más compleja del disco y combina momentos cercanos al free jazz, con partes de jazz rock, otras más clásicas y pasajes propios de una big band. Este álbum es el último grabado en estudio que publicó Graham.
“Charles River Fragments” (Boathouse BHR004, 1999)
1. The Hackney Five (9’51)
2. Charles River Fragments (55’56)
Aunque este disco no se publicó por primera vez hasta 1999, contiene una actuación en el London Jazz Festival en mayo de 1994, en la que Graham está acompañado de los siguientes músicos:
Henry Lowther, Steve Waterman, Patrick White (trompetas)
Hugh Fraser, Bill Mee (trombones)
Andy Grappy (tuba)
Mark Lockheart, Art Themen, Geoff Warren, Chris Biscoe (saxos)
Ed Speight (guitarra)
Pete Saberton (piano)
Dudley Phillips (contrabajo)
John Marshall (batería)
En esta misma actuación también se interpretó la pieza “Under The Pier”, pero quedó fuera del Cd por la limitación de minutaje. La primera pieza, “The Hackney Five” es muy dinámica, con una gran sección rítmica, con piano incluido, y destacando la línea de bajo. Hacen un gran papel Hugh Fraser con su solo de trombón y Steve Waterman, con un impresionante solo de trompeta.
La suite “Charles River Fragments”, de casi una hora de duración, se divide en varias partes, comenzando cada una de ellas con una parte melódica que siempre va seguida de un solo. Comentar todo lo que podemos escuchar aquí sería larguísimo, pero yo destacaría el fantástico solo de saxo bajo (un saxo aún más grande que el saxo barítono y que se utilizaba mucho en las big bands en la década de los años ’20, ’30 y ’40) que efectúa el gran Art Themen, con aire de blues y unos maravillosos arreglos de viento en la primera parte, toda la segunda parte, con la guitarra de Ed Speight como protagonista, la base rítmica y los solos de saxo tenor y trombón de la cuarta, o el precioso solo de saxo barítono de Chris Biscoe, acompañado de pasajes orquestales y un bajo hipnótico en la séptima. En definitiva, otra gran actuación de la orquesta de Graham Collier.
“The Third Colour” (ASC CD28, 1999)
CD 1
1.Three Simple Pieces (19’33)
2. Shapes, Colours,Energy (26’14)
CD 2
1. The Miro Tile (23’47)
2. The Third Colour (27’52)
«The Third Colour» es un doble Cd grabado durante tres actuaciones de la orquesta de Graham Collier en el Oris London Jazz Festival en 1997, conmemorando la celebración del 60 cumpleaños de Graham. Las banda estaba formada por:
-Karlheinz Milkin: saxos.
-John Marshall: batería.
-Hugh Fraser: trombón.
-Ed Sarath: fliscorno
-Art Themen: saxos.
-Roger Dean: teclados
-Steve Waterman: trompeta.
-Oren Marshall: tuba
-Geoff Warren: saxos.
-Andy Cleyndert: bajo
-Ed Speight: guitarra.
-Steve Main: saxos.
-Mat Colman: trombón.
-Simon Finch: trompeta.
En esta alineación volvemos a encontrar a varios de los sospechosos habituales que han acompañado a Graham a lo largo de su carrera, destacando la presencia de John Marshall, que como podéis imaginar, hace una gran labor. El primer tema «Three Simple Pieces» fue compuesto en febrero de 1997, especialmente para su cumpleaños, y está formado por una primera parte lenta, con la trompeta de Steve Waterman como protagonista, una segunda más rápida, algo obsesiva gracias al piano de Roger Dean, con momentos solemnes de orquesta y una fantástica actuación de Speight a la guitarra y Marshall a la batería, y una tercera parte alucinante, con una sección rítmica y una actuación de Art Themen al saxo apoteosicas.
La segunda composición es «Shapes, Colours, Energy», que fué encargada por el «Art Council of England» y representada por primera vez en 1995. Dividida en cinco partes es un tema de gran belleza, de grandes contrastes, donde destaca la actuación de los dos trombonistas, Hugh Fraser y Mat Colman, la fuerza de John Marshall a la batería, sobretodo en la segunda parte, y algunas melodias, como la inicial, de gran solemnidad, con los vientos y la percusión ocasional en sintonia, o la preciosa melodia de saxo soprano sobre base de guitarra de la tercera parte.
La tercera pieza es «Miro Tile», basada en el mosaico de Miro del que Graham tenía sobre su escritorio una réplica para no olvidarse de que tenía que hacer las cosas a su manera y ser recordado por ello en lugar de imitar a cualquier otro para tener éxito comercial. Los aires más contemporaneos de la primera y tercera parte ( en esta última hay momentos que me recuerdan a Zappa, sobretodo en el apoyo del teclado y en algunas percusiones) se combinan perfectamente con los momentos más dinámicos, como la segunda y cuarta parte, con una buena sección rítmica y fantásticos solos de saxo y guitarra.
El último tema es «The Third Colour», encargado especialmente para el Oris London jazz festival de 1997 por el London International jazz Festival Ltd. (no hay que olvidar que tanto Graham como muchos otros compositores de jazz británico obtienen buena parte de sus ingresos gracias a estos encargos que les hacen organizaciones musicales y artísticas de todo el mundo para diversos eventos y acontecimientos musicales). Consiste en la repetición de un fantástico «groove» muy pegadizo, entre los que se suceden las distintas partes solistas, que crean pequeñas composiciones englobadas en el conjunto total. Esta estructura «groove-solos» tan sólo se rompe al final de la composición, ya que en la última parte en lugar de repetirse el groove es sustituido por una base de blues sobre la que interactuan los solistas. En definitiva, cuatro grandes composiciones que forman uno de los mejores discos de Graham desde mediados de los ’70. La mezcla de partes compuestas e improvisadas, la gran orquestación, la combinación de partes melódicas con otras más «free» y algunas influenciadas por la música clásica contemporanea y la calidad de los solistas hacen de «The Third Colour» una gran obra que debe ser escuchada con atención y en varias ocasiones para ser valorada en su justa medida.
“Winter Oranges” (Jazzprint JPVP126CD, 2002)
1. Three Simple Pieces-Part One (5’40)
2. Three Simple Pieces –Part Three (6’48)
“Winter Oranges”
3. Blue Spring (9’21)
4. Eggshell Summer (13’41)
5. Tinted Autumn (6’03)
6. Winter Oranges (7’44)
“Winter Oranges” recoge una actuación de Graham Collier, acompañado por la Danish Radio Jazz Orchestra, en el Jazzhouse de Copenhage, el 17 de noviembre de 2000. Desde 1968 hasta 1992, el encargado de dirigir tanto la Danish Radio Jazz Orchestra ( la orquesta nacional de jazz de Dinamarca) como la Danish Radio Big Band, Erik Moseholm, encargó a Collier 35 composiciones para distintas ocasiones, por lo que no resulta extraño que cuando la orquesta decidió hacer algunos conciertos en el invierno del año 2000 interpretando nueva música, Graham fuera de nuevo el elegido para componerla. Esta impresionante banda estaba formada por:
Anders Gustafsson, Benny Rosenfeld, Thomas Fryland, Henrik Bolberg, Knud Erik Nørregaard (trompetas, fliscornos)
Vincent Nilsson, Steen Hansen, Kim Aagaard, Annette Husby (trombones)
Axel Windfeld (trombón bajo, tuba)
Michael Hove (saxo soprano, saxo alto, clarinete)
Nikolai Schultz (saxo soprano, saxo alto , flauta)
Uffe Markussen (saxo tenor, clarinete, clarinet bajo)
Tomas Franck (saxo tenor, saxo soprano)
Flemming Madsen (saxo baritone, clarinete bajo))
Nikolaj Bentzon (piano)
Thomas Ovesen (contrabajo)
Anders Chico Lindvall (guitarra)
Søren Frost (batería)
Ethan Weisgard (percusión)
Esta formación es aproximada, ya que dependiendo de la fuente a la que se acuda, varían algunos nombres.
Graham eligió como introducción al programa del concierto la primera y la tercera parte de una pieza ya conocida, “Three Simple Pieces”, que ya aparecía en su anterior trabajo “The Third Colour”. En la parte inicial podemos disfrutar de la preciosa melodía principal interpretada por Thomas Fryland al fliscorno, en contraposición de la parte final, repleta de energía e intensidad, con el saxo tenor y las percusiones como protagonistas.
Después comienza la nueva composición, “Winter Oranges”, dividida en cuatro partes. La primera es “Blue Spring”, repleta de vientos, en la que destaca el solo de saxo soprano, maravillosamente acompañado por la sección rítmica, piano incluido, y el solo de trombón. Le sigue “Eggshell Summer” que combina una parte inicial misteriosa, con piano, percusión y orquesta, con una segunda mucho más enérgica, que se puede encuadrar de pleno en el jazz rock, con mucha guitarra, bajo, batería y percusión, y una tercera más pausada, con unos bonitos arreglos de viento y la flauta en primer plano. Con “Tinted Autumn” llega lo mejor de la suite. Comienza con una obsesiva base de piano y un llamativo contrabajo, hasta que entra una trompeta impresionante, muy emotiva, con un sobresaliente acompañamiento de piano y orquesta, y una fuerza impresionante. La pieza termina con “Winter Oranges” (para aquellos que han vivido en Ronda, Málaga, decir que este título se basa en el naranjo que Graham tenía en el jardín de su casa pegada al Tajo), la parte más improvisada, donde los solistas tienen mayor libertad mientras Graham va creando texturas de fondo con su forma de dirigir a la orquesta. Me encantan las partes de clarinete bajo y trombón. Un directo fantástico, lleno de contrastes, cuya calidad viene dada en gran medida por la impresionante banda que es la Danish Radio Jazz Orchestra. Si a esto le añadimos las composiciones y la dirección de Graham, el resultado es notable.
“Bread and Circuses” (Jazzprint JPVP131CD, 2002)
1. Bread & Circuses (35’23)
2. Oxford Palms (19’30)
Grabado durante un concierto celebrado en 2001 en Perth, Australia, este disco nos ofrece una nueva faceta de Graham Collier, sobretodo por su unión con The Collective, una orquesta de 15 miembros creada a mediados de los ’90 por el trompetista Adrian Kelly. El hecho de ser una banda totalmente acústica, y en la que haya integrado un cuarteto de cuerda, le permitió a Graham jugar con distintas sonoridades y trascender en mayor medida del ámbito del jazz, acercándose a la Clásica contemporánea en algún momento puntual. La formación era:
Adrian Kelly (trompeta)
Lucy Fisher, Stephanie Dean (violines)
Martin Payne (viola)
Jenny Tingley (Violonchelo)
Lindsay Vickery, Graeme Blevins, Lee Buddle (saxofones)
Jeremy Greig, Kieran Hurley (trombones)
Matthew Savage (bombardino, trombón)
Phil Waldron (contrabajo)
Grant Windsor, Tom O’Halloran (pianos)
Steve Richter (percussion,marimba)
Hans Drieberg (bacteria, percusión)
El álbum se compone de dos piezas largas. La primera, “Bread and Circuses” se escribió pensando en que formara parte de un DVD donde se describirían las distintas técnicas e ideas que Graham fue desarrollando con los años a la hora de componer para grandes formaciones. Comienza con una introducción pausada de aires clásicos, donde se combinan las cuerdas y los vientos, seguida de tres secciones que en cada concierto podían tocarse en un orden diferente. Son “Ballad One”, que sigue la misma línea que la introducción, “Clapping”, más rítmica, que se desarrola “in crecendo”, con un maravilloso saxo alto como protagonista (Graeme Blevins) y arreglos propios de una gran big band, y “Pattern One”, una pieza lenta, con una bonita base de piano y detalles de marimba, y una buena melodía de trombón. Me encantan las diferentes texturas y los arreglos que Graham consigue sacar de la orquesta. Tras un bello interludio de piano y violonchelo, con detalles de trombón aparecen tres nuevas secciones que también podían ser tocadas en cualquier orden. Son la solemne “Pattern”, intensa, repleta de fuerza, con mucha batería y trombón, “Ballad Two”, muy misteriosa y “Blues”, tema construido en capas, con dos pianos tocando sobre una base de blues, a los que se les van añadiendo las cuerdas y los vientos. Para terminar una enérgica “Coda” de batería y orquesta.
La otra composición que completa el CD es “Oxford Palms”, dividida en cuatro partes y basada en la novela de Faulkner “Wild Palms”, en la que realmente había dos novelas entrelazadas. No era la primera vez que Graham llevaba al campo de la música técnicas sacadas de la literatura, y en esta ocasión lo hace entrelazando una forma de blues con una balada. En realidad Graham compuso las piezas por separado, pero influido por la novela de Faulkner decidió integrarlas en una sola composición. Comienza de forma inquietante (“Picky Blues and Ballad One”), para después presentarnos la melodía principal con sólo saxo soprano, interpretado por Lindsay Vickery. Entra la sección rítmica y entramos en “Open Blues and Ballad Two”, donde destaca primero el saxo alto con la orquesta de fondo y de nuevo el saxo soprano, con el barítono respondiéndole sobre un fondo algo cinematográfico. En la tercera parte, “One Note Blues and Ballad Three”, encontramos un ritmo pegadizo, con mucha percusión, arreglos orquestales, y de nuevo el saxo soprano con un buen acompañamiento de piano. Para terminar, “Clapping Blues and Ballad Four”, en la que destaca la trompeta del líder de The Collective, Adrian Kelly, que hace un gran solo para dar paso después a la melodía de soprano, apoyado en esta ocasión por el saxo alto.
En definitiva, otra demostración de la capacidad de Collier de integrar composición e improvisación, y de utilizar diversas técnicas a la hora de interactuar el creador y los músicos. Un gran disco.
«Workpoints» (Cuneiform Records, Rune 213/214, 2005)
CD 1. «Workpoints»
1. Deep Dark Blue Centre (18’13)
2. The Barley Mow (5’45)
3. Workpoints. Part One (12’46)
4. Workpoints. Part Two (10’14)
5. Workpoints. Part Three (11’17)
6. Workpoints. Part Four (16’31)
Concierto grabado en Southampton en marzo de 1968 con la siguiente formación:
-Kenny Wheeler: trompeta, fliscorno.
-Harry Beckett: trompeta, fliscorno.
-Henry Lowther: trompeta, fliscorno, corneta.
-Dave Aaron: saxo alto, saxo tenor, saxo soprano, flauta.
-John Surman: saxo barítono, saxo soprano, clarinete bajo, piano.
-Karl Jenkins: saxo barítono, saxo soprano, oboe, piano.
-Chris Smith: trombón.
-Mike Gibbs: trombón.
-John Mumford: trombón, percusión.
-Franks Ricotti: vibráfono, bongos.
-Graham Collier: contrabajo, dirección.
-John Marshall: batería.
CD 2. «Live in Middleheim»
1. Little Ben (18’50)
2. Under The Pier (6’00)
3. Darius. Part One (9’27)
4. Darius. Part Three (13’18)
5. Darius. Part Four (8’01)
6. Darius. Part One Reprise (4’08)
7. Clear Moon (6’33)
8. Mackerel Sky (6’27)
Concierto grabado en Middleheim, Bélgica, en agosto de 1975, con la siguiente formación:
-Harry Beckett: trompeta, fliscorno.
-Art Themen: saxo tenor, saxo soprano.
-Ed Speight: guitarra
-Roger Dean: piano acústico y eléctrico.
-Graham Collier: contrabajo y dirección.
-John Webb: batería.
A principios de 1968, el Consejo de las Artes de Gran Bretaña, por primera vez en su historia, encarga una composición a un músico de jazz, y el elegido fue Graham Collier. La obra que Graham compuso para ellos fué «Workpoints», y para interpretarla reunió a una banda de vientos realmente impresionante con tres trompetistas, tres saxofonistas, tres trombonistas y sección rítmica (Graham Collier Dozen). En total 12 músicos elegidos entre los mejor del jazz británico de la época (sólo teneís que ver la lista unas líneas más atrás para comenzar a llorar). En marzo de 1968 la banda presenta esta obra en varios lugares, y el sello Cuneiform, en el primer Cd de este doble álbum nos ofrece una actuación en Southampton. El primer tema es una versión alargada de «Deep Dark Blue Centre», de su primer álbum. Los solos se nos presentan en duos, teniendo mucho peso los trombonistas, y con una presencia importante del vibráfono de Frank Ricotti, y un John Marshall pletórico (en realidad, tanto Ricotti como Marshall están impresionantes en todo el concierto). Le sigue otra pieza conocida, que poco después se incluiría en una versión diferente en su segundo trabajo «Down Another Road», «The Barley Mow». Es una pieza preciosa, y me encanta la combinación de la flauta y el fliscorno, y el solo de vibráfono con acompañamiento de piano. Habitualmente, la banda solía interpretar otro tema antes de «Workpoints» titulada «Indefinite Relationship», pero por alguna razón desconocida para mí aquí no aparece. Y llega la pieza central de la actuación, «Workpoints», de 50 minutos de duración y dividida en cuatro partes.
En la primera parte los protagonistas son los saxofonistas (Aaron al alto, y Surman y Jenkins a los barítonos). combinándose entre ellos y con la orquesta de una forma magistral, y acompañados de una sección rítmica repleta de fuerza e imaginación (¡vaya percusiones las de Ricotti). En la segunda parte, son los tres trompetistas quienes toman la iniciativa (Lowther a la corneta, Wheeler a la trompeta y Beckett al fliscorno), encargándose tanto de la melodia principal como de los solos, y menudos solos. La tercera es algo más pausada, con los tres trombonistas al mando, y la cuarta es la parte donde toma las riendas la seciión rítmica, efectuando un solo en los primeros minutos, seguido la combinación de piano y vibráfono, y un fantástico final de fliscorno (Beckett), trombón (Mumford) y saxo barítono (Jenkins).
El segundo Cd nos ofrece una actuación en Middleheim, en Amberes, Bélgica, en agosto de 1975. En formación de sexteto y con instrumentos eléctricos (guitarra y piano), esta es la época más jazz rockera de Collier. Esto es algo que notamos nada más empezar «Little Ben», una pieza muy dinámica, con la batería y el bajo muy presentes, y fantásticos solos de Ed Speight, Harry Beckett, Art Themen al saxo tenor y Roger Dean al piano acústico, que también está genial apoyando a la sección rítmica durante toda la pieza. Una auténtica maravilla, seguida por «Under The Pier» un blues con la guitarra de Ed Speight como principal protagonista, sobre una bonita base de piano eléctrico, un buen contrabajo, una buena batería y preciosos arreglos de viento. Continuamos con una de mis composiciones favoritas de Collier, «Darius», en una versión diferente a la que pudimos escuchar en el álbum del mismo nombre de 1974. Desgraciadamente, por problemas con el programa del concierto, la segunda parte de la suite no llegó a interpretarse esa noche (supongo que tocarían en el festival de jazz que se celebra en Amberes cada verano, con otras banda y un tiempo limitado). La primera parte nos presenta la formidable melodía principal, con todos los músicos interactuando intercalando solos cortos. La tercera destaca por el solo de saxo tenor acompañado de piano eléctrico, pero sospechosamente, en la mitad del tema hay un fade out que enlaza con el posterior solo de trompeta. Quizás se deba a algún problema en la cinta original, pero sea como sea corta un poco la dinámica natural del concierto. Al final hay un bonito solo de guitarra con Collier muy presente al contrabajo. La cuarta parte es más lenta, con un trabajo excepcional de Roger Dean y Harry Beckett. Después regresamos a la parte inicial, con aires rockeros. En general, una buena versión de «Darius» que hubiera sido aún mejor si hububiera estado completa.
Para terminar el concierto, dos piezas que formaban parte de una composición mayor titulada «Bristish Conversations» y que fue encargada por la «Swedish Radio Big Band». En las dos, la protagonista es la guitarra de Ed Speight. En la primera, «Clear Moon», una preciosa balada, Speight está bien acompañado por la trompeta de Harry Beckett y el saxo soprano de Art Themen, y en la segunda, «Mackerel Sky», en clave de blues, es el mismo Collier el que apoya a Speight al principio, entrando después el piano eléctrico y los arreglos de viento. Aunque el tema termina de fade out, es un buen final para esta gran actuación y para este formidable doble Cd de Cuneiform, totalmente imprescindible para los amantes de la música de Collier de finales de los ’60 y mediados de los ’70.
“Hoarded Dreams” (Cuneiform Records, Rune 252, 2007)
1. Hoarded Dreams (70’07)
“Hoarded Dreams” es uno de los mejores discos de Graham Collier. Compuesto de un solo tema encargado por el consejo de las artes de Gran Bretaña para su presentación en el Festival de jazz de Bracknell de 1983, no se publicó hasta 24 años después. La organización del festival dio carta blanca a Graham para que eligiera a los músicos que iban a interpretar la obra, y claro, tiró la casa por la ventana:
-Kenny Wheeler, Henry Lowther, Manfred Schoof, Tomasz Stanko, Ted Curson (trompetas y fliscornos)
-Malcolm Griffiths, Eje Thelin, Conny Bauer (trombones)
-Geoff Warren: saxo alto, flauta
-Art Themen: saxo tenor y soprano.
-John Surman: saxo barítono y clarinete bajo.
-Juhanni Aaltonen: saxo alto y tenor.
-Matthias Schubert: saxo tenor y oboe
-Dave Powell: tuba.
-Ed Speight, John Schröder (guitarras)
-Roger Dean: piano.
-Paul Bridge: contrabajo.
-Ashley Brown: batería, percusión.
Con esta formación, podéis imaginaros como sería este concierto. Dividida en siete partes, “Hoarded Dreams” tiene un impresionante introducción, con el saxo tenor de Art Themen acompañado de trompeta y trombón, y una estupenda sección rítmica. La segunda parte está liderada por los cinco trompetistas y el saxo barítono de Surman, protagonizando una serie de “cadenzas” (el instrumento se queda totalmente solo, normalmente improvisando) y solos fantásticos, sobre unas bases maravillosas, donde tanto el contrabajo y la batería destacan, con el piano y la guitarra apoyándolos. La tercera parte es una preciosa balada de guitara, con detalles de flauta y una gran orquestación. Me encantan el solo de saxo tenor y sobretodo el de Kenny Wheeler de trompeta. Le sigue un extracto más inquietante, con la flauta y los tres trombones como protagonistas. Impresionante como se alternan los solos y el trabajo que Graham hace con los arreglos y la dirección de la orquesta de fondo, de gran belleza y complejidad. La quinta parte es la más improvisada, con diversos solos, entre los que destacan, en mi opinión, el de trompeta y el de trombón. La sexta parte es abrumadora. Los tres saxos tenores crean una especie de “follón controlado”, con toda la orquesta apoyándolos, como si de una big band clásica se tratara, y junto con los guitarristas, van haciendo solos (me quedo con el primero de saxo tenor de Art Themen, aunque el de Matthias Schubbert no se queda muy atrás), hasta llegar a un final solemne, como el principio de la obra. Para terminar, una coda, repleta de free jazz, que nos deja con ganas de más. Una obra maestra que fue grabada por la televisión inglesa y emitida posteriormente como parte de un documental sobre Graham, pero que no salió a la luz como disco hasta 2007, cuando el sello Cuneiform lo publicó en CD. En 2010 el disco fue elegido por la prestigiosa guía de jazz Penguin para formar parte de su libro “The Penguin Jazz Guide- The History of the Music in the 1001 Best Albums”. El concierto que recoge, es, sin duda, una de las actuaciones más recordadas de Graham Collier, y en mi opinión, una obra básica dentro de su discografía.
“Directing 14 Jackson Pollocks” (Jazz Continuum, GCM, 2009)
CD 1:
-”Forty Years On”
1. Between a Donkey and a Rolls Royce (6’59)
2. An Alternate Aberdeen Angus (9’24)
3. An Alternate Ryoanji (4’57)
4. An Interlude (1’12)
5. An Alternate New Conditions and some Out Blues (8’19)
6. An Alternate Eggshell Summer (5’12)
7. Mackerel Sky , an alternate blues (7’18)
8. An Alternate Low Circus Ballad (3’47)
9. An Alternate Third Simple Piece (7’03)
CD 2:
-“The Vonetta Factor”
1. The Vonetta Factor (21’22)
2. The Vonetta Conclusion (6’00)
3. The Alternate Mackerel Sky (5’52)
-The Alternate Third Colour
4. First Grooves (6’12)
5. Second grooves (5’15)
6. Third grooves (8’13)
7. Out Blues (7’19)
Publicado en 2009, este último disco de Graham recoge , en su mayor parte, un concierto celebrado en Londres en noviembre de 2004, y también parte de otro también celebrado en Londres en 1997. El título del disco, tomado de un comentario de un amigo de Graham al salir de la actuación, describía de forma concisa, según el propio Collier su papel como compositor de jazz: “trabajar con un grupo de músicos brillantes para crear algo que, respetando lo escrito, cambie de concierto en concierto”.
El primer Cd recoge una sola composición, “Forty Years On”, en la que Graham revisa algunas de las obras que escribió durante su carrera. De esta forma escuchamos grandes versiones de piezas como “Aberdeen Angus”, repleta de tensión y con bonitos solos de trompeta (Harry Beckett, como no), batería y trombón, de algunas partes de “New Conditions” o de “Third Simple Pieces” con un Art Themen fantástico al saxo tenor. Pero quizás la mejor adaptación es la de “Eggshell Summer”, que formaba parte de la suite “Winter Oranges”, y que siendo aquí bastante más corta, me parece sublime. El ritmo, el solo de clarinete bajo, el solo de trompeta, los arreglos de viento…¡Fantástica!. Me gustaría también destacar la actuación del contrabajista Jeff Clynne en “The Alternate Low Circus Ballad”, conocido por todos los amantes del Sonido Canterbury y el jazz británico, que desgraciadamente falleció pocos meses después de la publicación del disco.
El segundo CD continua con el concierto de 2004, con la composición “The Vonetta Factor”, encargada por la organización del Birmingham Jazz de 2004. Contiene buenos solos, pero es una obra algo dispersa. Aunque Graham ya había utilizado antes las llamadas “Cadenzas”, donde los solistas tocan sin ningún otro acompañamiento, en general con buenos resultados, aquí no me convence este recurso, y pienso que rompe excesivamente el ritmo de la composición. Lo mejor es, sin duda, los últimos 6 minutos, “The Vonetta Conclusion”, en la que la sección rítmica es notable.
Para terminar el concierto de 2004, escuchamos otra versión de “The Mackerel Sky”, que está bien, pero en la que molesta el fondo de teclados. Este segundo CD se completa con una fantástica versión alternativa de una de los grandes temas de Graham, “The Third Colour”, interpretada en directo en 1997 y repleta de algunas de las mejores melodías que nuestro protagonista compuso, pegadizos ritmos y grandes solos.
“Directing 12 Jackson Pollocks” es el último disco que Graham publicó en vida y marca el final de una maravillosa carrera repleta de obras maestras. Poco antes de morir, Graham terminó una lista de temas que quería recopilar en un doble Cd para conmemorar su 75 aniversario en febrero de 2012. Desgraciadamente murió antes de publicar el disco, pero tras su fallecimiento, su compañero John Gill continuó su tarea, y ya que estaban los temas elegidos, decidió publicar en su propio sello, Jazzcontinuum, este doble recopilatorio titulado “Relook”, que nos muestra los 46 años de carrera musical de Collier en 20 temas, y que incluye 38 minutos de material no publicado anteriormente. Por ahora sólo se vende en su página web, y no lo he adquirido todavía, pero cuando lo haga comentaré algo sobre ese material inédito. Hasta ese momento, doy por terminado este repaso a la carrera de uno de mis músicos preferidos y uno de los pocos con los que he tenido la suerte de compartir buenos y largos momentos de charla.
Francisco Macias
….SIN PALABRAS…..
Jajaja, gracias.
Pues sí, tanta información disponible y no sabemos a quién tenemos por vecino.
Vaya curro te has dado, Fran, gracias por tantos datos y tu opinión
Un saludo desde Ronda, yo todavía sigo tomando copas en el Central Corner.
Nacho
Joder Nacho, cuanto tiempo. No he visto tu comentario hasta ahora. Un abrazo muy fuerte y gracias.