El gran baterista Patrick Forgas vuelve a la carga con un nuevo disco de Forgas Phenomena Band, titulado “L’ Axe Du Fou”. Para mí, su anterior trabajo, el directo “Soleil 12” (2005) es uno de los mejores discos de la década, razón por la que ha sido todo un placer escuchar su nuevo álbum. Al lee la formación, reconocemos nombres como el de el teclista Igor Brover y el bajista Kengo Mochizuki, pero el resto de músicos son diferentes con respecto a “Soleil 12”. Ahora Sebastian Trognon se encarga de los saxos y la flauta, Dimitri Alexaline de la trompeta y el fliscornio, Benjamin Violet de la guitarra y Karolina Mlodecka del violín. Con esta instrumentación es difícil hacer música que no sea excelente.
Mientras “Soleil 12” tenía algunos temas compuestos en los ’70, “L’ Axe Du Fou” se compone casi exclusivamente de composiciones hechas entre 2006 y 2008. Aunque estaba previsto que fuera grabado en 2006, problemas personales hicieron que no se registrara hasta julio de 2008, en unas sesiones que tan sólo duraron tres dias, ya que la intención de la banda era reflejar como sonaban en directo (la gran ventaja de hacer esto en estudio es que pueden tocar todos los instrumentos juntos, como si de un concierto se tratara, pero con la opción de repetir las tomas si es necesario).
Nada más escuchar el primer tema, “Le Clef” (10’50) intuimos lo que se nos viene encima. La potente introducción pertenece a “Urgence”, un tema grabado para el álbum “Roue Libre” (1997), pero que al final no fue incluido en el mismo. Sobre la sólida base rítmica se van sucediendo varios solos de violín, saxo soprano, fliscornio, saxo tenor…Los ritmos cambian constantemente, las melodias son fantásticas, y el alternar muchos solos cortos de distintos instrumentos le da mucho dinamismo y color a la composición. Le sigue “L’ Axe Du Fou” (16’32), el último tema que Forgas compuso para el disco, en 2008. El bajo y la batería se ven arropados durante toda la pieza por una buena base de piano, construyendo unos pilares sobre los que se alzan algunas de las melodias más bonitas del disco. Como siempre, el violín destaca sobre el resto de los instrumentos solistas, y es todavia más efectivo al combinarlo con la guitarra o los saxos. Todo esto junto con los cambios de ritmo y los solos de poco más de 30 segundos de flauta, saxo soprano (de una gran sensibilidad), de piano o de trompeta hacen de “L’ Axe Du Fou” el plato fuerte del disco.
Una bella melodia de piano eléctrico, violín y trompeta nos adentran en “Double Sens”(13’50). Originalmente, esta pieza duraba 35 minutos, pero a Forgas no le parecía que las distintas partes estuvieran bien conjuntadas, así que para esta nueva versión de 13 minutos, aprovechó los primeros minutos de la original, y compuso de nuevo lo demás. Curiosamente, lo mejor del tema comienza en el minuto 6’30, donde el violín interpreta una preciosa melodia que después se repite sobre distintos y con diferente instrumentación. ¡Genial!.
Para terminar, “La 13eme Lune”, una bonita pieza para violín cuyos solos van alternándose con otros de flauta, trompeta, guitarra o saxo tenor, sobre una sección rítmica fantástica, con el piano eléctrico y la guitarra apoyando al bajo y la batería.
Así termina uno de los que serán mis discos favoritos del año. Todavia estamos en enero, pero no me cabe la menor duda. Ningún amante de la buena música debería perderse este disco, pero sobretodo los amantes del jazz rock, de el jazz británico y el sonido canterbury, estilos que convergen en locales como Le Tritón en París, lo que hace músicos de distintas nacionalidades, de diversas bandas y de épocas diferentes colaboren entre sí, siendo difundidos por gente como Aymeric Leroy o Lenoardo Pavkovic, y sellos como Cuneiform o Moonjune. Toda esta escena lleva mucho tiempo dando grandes trábajos, y hay que seguirle la pista.
Nada más escuchar el primer tema, “Le Clef” (10’50) intuimos lo que se nos viene encima. La potente introducción pertenece a “Urgence”, un tema grabado para el álbum “Roue Libre” (1997), pero que al final no fue incluido en el mismo. Sobre la sólida base rítmica se van sucediendo varios solos de violín, saxo soprano, fliscornio, saxo tenor…Los ritmos cambian constantemente, las melodias son fantásticas, y el alternar muchos solos cortos de distintos instrumentos le da mucho dinamismo y color a la composición. Le sigue “L’ Axe Du Fou” (16’32), el último tema que Forgas compuso para el disco, en 2008. El bajo y la batería se ven arropados durante toda la pieza por una buena base de piano, construyendo unos pilares sobre los que se alzan algunas de las melodias más bonitas del disco. Como siempre, el violín destaca sobre el resto de los instrumentos solistas, y es todavia más efectivo al combinarlo con la guitarra o los saxos. Todo esto junto con los cambios de ritmo y los solos de poco más de 30 segundos de flauta, saxo soprano (de una gran sensibilidad), de piano o de trompeta hacen de “L’ Axe Du Fou” el plato fuerte del disco.
Una bella melodia de piano eléctrico, violín y trompeta nos adentran en “Double Sens”(13’50). Originalmente, esta pieza duraba 35 minutos, pero a Forgas no le parecía que las distintas partes estuvieran bien conjuntadas, así que para esta nueva versión de 13 minutos, aprovechó los primeros minutos de la original, y compuso de nuevo lo demás. Curiosamente, lo mejor del tema comienza en el minuto 6’30, donde el violín interpreta una preciosa melodia que después se repite sobre distintos y con diferente instrumentación. ¡Genial!.
Para terminar, “La 13eme Lune”, una bonita pieza para violín cuyos solos van alternándose con otros de flauta, trompeta, guitarra o saxo tenor, sobre una sección rítmica fantástica, con el piano eléctrico y la guitarra apoyando al bajo y la batería.
Así termina uno de los que serán mis discos favoritos del año. Todavia estamos en enero, pero no me cabe la menor duda. Ningún amante de la buena música debería perderse este disco, pero sobretodo los amantes del jazz rock, de el jazz británico y el sonido canterbury, estilos que convergen en locales como Le Tritón en París, lo que hace músicos de distintas nacionalidades, de diversas bandas y de épocas diferentes colaboren entre sí, siendo difundidos por gente como Aymeric Leroy o Lenoardo Pavkovic, y sellos como Cuneiform o Moonjune. Toda esta escena lleva mucho tiempo dando grandes trábajos, y hay que seguirle la pista.