En 1971, John Culley sustituye a John Heyworth a la guitarra, y Cressida, cuyo primer álbum ya comentamos anteriormente, graba su segundo trabajo, “Asylum” en los estudios I.B.C de Londres. Aunque el sonido sigue en una linea similar, hay una clara evolución. Los temas se alargan y se hacen más complejos. Hay más partes instrumentales y se añaden arreglos orquestales. El álbum comienza con “Asylum”, que tiene un ritmo suave pero muy llamativo y al órgano como principal protagonista. Le sigue una verdadera maravilla llamada “Munich”, que cuenta con una de las melodias que más me recuerdan a Love de las que hizo el grupo. Si a esto le añadimos los magníficos arreglos orquestales y la preciosa parte instrumental de órgano y guitarra no tenemos más remedio que rendirnos a ella. La primera cara del álbum se completaba con tres canciones cortas: “Goodbye Post Office Tower Goodbye”, muy bonita, con un buen solo de piano, “Survivor”, otra bella melodia con solo de órgano y orquestación incluidos, y “Reprieved”, instrumental de piano con aires jazzísticos. La segunda cara se abría con “Lisa”, que cuenta con la colaboración de Harold McNair a la flauta, seguida de “Summer Weekend of a Lifetime”, que nos confirma que Cressida fueron ante todo unos geniales creadores de melodias. Y lo mejor para el final, “Let Them Come When They Will”, compuesta por el ausente John Heyworth. Comienza con guitarra acústica y voz hasta llegar a un precioso estribillo, con orquesta de fondo. Le sigue un ritmo sobrio, donde destaca el bajo, sobre el que se desarrolla un elegante solo de guitarra, que da paso al órgano, y que desemboca en un final apoteósico. Un temazo para terminar uno de los grandes discos del sello Vértigo.
Francisco Macias