El grupo norteamericano Frogg Café publicó su primer álbum en 2002. Ocho años después, y tras tres fantásticos discos en estudio y dos en directo, acaban de editar “Bateless Edge”, en mi opinión, su trabajo más maduro hasta el momento. Hemos tenido que esperar cinco años para escuchar material nuevo de esta banda, amantes de la música de Zappa y de la fusión entre jazz y rock, y ha valido la pena. Actualmente, el grupo está compuesto por Bill Ayasse (violin, viola, mandolina, percusión y voz), James Guarnieri (batería, glockenspiel y percusión), John Lieto (trombón), Nick Lieto ( voz principal, piano, teclados, trompeta y fliscornio), Andrew Sussman (bajo eléctrico, cello y guitarra acústica), y regresa de nuevo el guitarrista Frank Camiola, que abandonó la formación tras la grabación del álbum “Creatures” en 2003. El retorno de Camiola, muy interesado actualmente por las músicas más arriesgadas y el RIO, ha influido en el nuevo sonido de Frogg Café. Aunque sus partes vocales siguen siendo accesibles, las influencias tanto de Zappa como de bandas progresivas clásicas siguen presentes y la fusión entre jazz y rock sigue estando ahí, está claro que también hay un interés creciente por la música clásica contemporanea y las corrientes europeas cercanas al RIO y a la música Zeuhl. Además, el disco cuenta con muchos colaboradores, dotándolo de una riqueza instrumental muy superior a la de sus trabajos anteriores.
El primer tema, “Terra Sancta” (12’10), compuesto por Andrew Sussman, comienza con toques de slide guitar con influencias indias, dando paso a un pegadizo y psicodélico riff de guitarra realmente genial, reforzado después por los vientos y la marimba. Un inicio impresionante que desemboca en una parte vocal al más puro estilo Frogg Café. Después comienza otra parte instrumental, con el bajo y la tabla como base, bonitos toques de piano y un hipnótico solo de guitarra interpretado por Frank Camiola, seguido por otro de violín eléctrico, muy distorsionado, que ellos mismos citan como “Mahavishnu Electric Violín Solo”. Me encanta el apoyo del trombón al final del solo, justo antes de que comience de nuevo la parte vocal y termine la pieza. ¡Genial!
Seguimos con el tema instrumental de Nick Lieto, “Move Over I’m Driving” (7’59), con influencias de sonido Canterbury, sobretodo por el sonido de guitarra eléctrica, que me recuerda a Phil Miller por momentos. Una buena melodia interpretada por el violín, la trompeta, la guitarra…y muchos cambios de ritmo. Buen solo de trompeta, interpretado sin prisas, sobre un ritmo elegante, y un bonito solo final de mandolina eléctrica.
En 2003 el guitarrista Frank Camiola asistió a un concierto de Magma y se quedó muy sorprendido, e influenciado por su música comenzó a componer la siguiente pieza, “Pasta Fazeuhl” (14’01). Según cuenta en los créditos, no quiso copiar el estilo de la banda francesa, sino solamente hacer un tributo al espíritu de su música y a la energía que desprende, siempre con el estilo característico de Frogg Cafe. En un tema potente, con mucha fuerza, con la guitarra y el violín como protagonistas, aunque escuchamos detalles de flauta, de xilofono y marimba, partes más jazzeras con la trompeta como solista y constantes cambios de ritmo. También encontramos influencias propias del Rock In Opposition, como por ejemplo en el misterioso y bello solo de violín de la parte central y en el siguiente extracto, donde entra el cello y el xilófono, para llevarnos de nuevo a terrenos más rítmicos, repleto de nuevo de variaciones, cambios y muchos detalles. Una pieza fantástica que hay que escuchar con mucha atención.
Continuamos con una suite titulada “Under Wuhu Son” (20’12), compuesta por Andrew Sussman y basada en el libro “Wuhu Diary: On Taking My Adopted Daughter Back To Her Home Town In China” de Emily Prager y en las propias experiencias de Sussman al adoptar una niña en China. Está dividida en tres cortes diferenciados. El primero, “In The Bright Light” (8’22), comienza con una bonita introducción de guitarra acústica, mandolina y violín, a la que después se le añada la flauta y la marimba. La parte vocal es muy bonita, con acompañamiento de guitarra acústica primero, y la entrada de la sección rítmica y el resto de instrumentos después. Tiene un cierto aire pastoral, de inocencia, que me encanta y está repleta de detalles.La segunda parte de la suite, titulada “Left For Dead” (5’36) es totalmente instrumental y tiene una base de guitarra eléctrica dura, que contrasta con las cuerdas y los vientos que rompen el ritmo habitual. Quizás por las utilización de las marimbas o por como se combina con otros instrumentos, me viene a la memoria la música de Isildurs Bane en algunos momentos. La lluvia nos adentra en la tercera parte, “Brace Against The Fall” (6’14), con un principio aplastante de clarinete bajo y trompeta maravilloso, que desemboca en otro extracto que me recuerda a Isildurs Bane y la parte vocal, al más puro estilo de la banda. Preciosos los solo de trompeta y guitarra eléctrica.
La siguiente pieza es “From the Fence” (12’03) ,compuesta por Nick Lieto.La parte vocal es bonita, aunque no demasiado original. Lo mismo me pasa con las partes instrumentales. Me gustan, aunque creo que podrían pertenecer a otras muchas bandas progresivas actuales, aunque, naturalmente, la combinación de violín, trombón y trompeta les da un fuerte toque personal. Y para terminar, quizás la pieza más compleja del disco, “Belgian Boogie Board” (10’31), escrita por Frank Camiola en 2006 cuando estaba en la banda Cardboard Amanda. En un principio se concibió para ser interpretada por dos clarinetes y dos bajos eléctricos, pero aquí aparece arreglada para, según los créditos, al menos 27 instrumentos. Parece ser que su grabación no fue nada fácil, y sólo hay que escucharla para darse cuenta de cuales son las razones. Se escuchan cuerdas, saxos, vibráfonos, percusiones, flauta, clarinete….Nos viene a la memoria la música de Univers Zero, de Zappa, y de aquellos grupos de rock que han tomado como referente la música clásica contemporanea. Sin duda alguna, un paso adelante en la música de Frogg Café y una pieza maravillosa.
En definitiva, un álbum magnífico, que tiene muchas papeletas para convertirse en uno de los mejores de este año 2010. Es verdad que en algunos momentos he echado de menos esa frescura propia de sus actuaciones en directo, con más infuencias del jazz, pero se ve compensada por la variedad instrumental y la complejidad de sus nuevas composiciones.
Francisco Macias