El estreno londinense del último álbum de Kate Westbrook, “Granite”, es algo que no debíamos ni queríamos perdernos. El concierto se celebró el pasado jueves 16 de mayo en la sala dos de King’s Place, que cuenta con una buena acústica, algo esencial para hacer justicia a la fabulosa banda que allí se reunió. Una pequeña “Uncommon Orchestra” formada por los guitarristas Matthew North y Jesse Molins, la saxofonista Roz Harding, el bajista y vocalista Billie Bottle, el baterista Coach York, y naturalmente, Mike Westbrook al piano y Kate a la voz.
La actuación consistió en la interpretación íntegra del álbum, y estuvo dividida en dos actos, con 20 minutos de descanso. Nada más sonar las primeras notas nos dimos cuenta que la experiencia iba a ser muy diferente a la de escuchar el disco en casa. La profundidad de la música compuesta por Mike Westbrook para este soliloquio dedicado al paisaje de granito de Dartmoor es enorme, y el septeto no sólo le hizo justicia en directo, sino que acrecentó la sensación de estar ante una música autenticamente libre, en la que tiene cabida jazz, rock, música de cabaret y Music Hall, detalles propios del Rock In Opposition, free jazz,etc…
A la izquierda del escenario estaba situado el guitarrista Matthew North, que fue el encargado de crear verdaderos paisajes sonoros, como en “Tracks Of Desire” o en “Rain-Soaked Summer”, y de hacernos disfrutar de poderosos riffs como el de “Year’s Rotation”. A su lado, Coach York pasaba en un segundo de estar tocando la batería de forma pausada y elegante a acelerar de repente y dotar a la música de una gran intensidad, siempre en compañía del bajista Billie Bottle, cuyas líneas de bajo son realmente pegadizas, y que nos regaló algunos bonitos solos, como el de “Architects And Pornographers”. A la derecha del escenario se situaron Roz Harding, que estuvo genial tanto con el saxo alto como con el soprano, y el guitarrista Jesse Molins, cuyo sonido se acerca más al jazz rock, y que hizo varios fantásticos solos en esa onda, como el de “Rain-Soaked Summer”. En el centro, Mike al piano y Kate cantando de una forma magistral. Ambos protagonizaron los momentos más intimistas de la noche, como “Spread-Eagle” o “Curlew Cry”. No sólo es la forma en la que Kate maneja su voz, sino también la musicalidad de sus letras, la forma en la que las palabras se unen a la música.
Hubo dos momentos en los que el repertorio varió con respecto al disco. El primero fue al comenzar el segundo pase. Antes de continuar con el álbum, Kate interpretó la musicalización del poema “Weltende” de Jakob Van Hoddis, escrito en 1910. Lo hizo de una manera sobria, en alemán, muy diferente a como era interpretada a mediados de los ’80 por Mike Westbrook Trio. El segundo fue la interpretación, al final de la noche, de “The Streams Of Lovely Lucienne”, que aparecía originalmente en el álbum “Platterback” (1999) de Westbrook & Company.
Una noche mágica, en la que volvimos a comprobar la buena forma de esta mítica pareja del jazz británico y su banda. Si alguien quiere saber algo más sobre “Granite” puede leer la reseña que hice del disco el año pasado (https://www.discospat.net/kate-westbrook-granite-westbrook-records2018/)
Texto: Francisco Macias
Fotos: Carla Martínez
The London premiere of Kate Westbrook’s latest album, ‘Granite’, was an occasion we should not miss, nor did we want to. The concert took place on May 16th in Hall Two of King’s Place, a venue with good acoustics, which is essential to do justice to the magnificent band that gathered there. A small ‘Uncommon Orchestra’ comprising guitarists Matthew North and Jesse Molins, Roz Harding on saxophone, Billie Bottle on bass and vocals, drummer Coach York and, naturally, Mike and Kate Westbrook on piano and vocals.
The performance consisted of the interpretation of the album in its entirety and was divided into two acts, with a twenty-minute break. As soon as we heard the first few notes, we realised it was going to be a very different experience from listening to the record at home. The music Mike Westbrook has composed for this soliloquy dedicated to the granite landscapes of Dartmoor is characterised by its great depth, and not only did the septet do it justice with the performance, but it also increased our perception of being in the presence of truly free music, one that has room for jazz, rock, cabaret and Music Hall, a touch of Rock in Opposition, free jazz…
Guitar player Matthew North, responsible for creating real soundscapes in pieces like ‘Tracks of Desire’ or ‘Rain-Soaked Summer’, and to make us enjoy with powerful riffs such as the one in ‘Year’s Rotation’, stood at the left side of the stage. Next to him, Coach York would go from a slow and deliberate, elegant playing, to instantly speed up and infuse great intensity to the music, always accompanied by Billie Bottle, whose bass lines are really catchy and who also treated us to some nice solos, like in ‘Architects and Pornographers’. At the right side of the stage, there stood Roz Harding, brilliant on both alto and soprano saxes, and guitarist Jesse Molins, with a style closer to jazz rock and who performed several fantastic solos, like in ‘Rain-Soaked Summer’. In the middle, Mike on piano and Kate singing magnificently. They provided us with the most intimate moments of the night, namely ‘Spread-Eagle’ or ‘Curlew Cry’. It is not just the way Kate handles her voice, but also the musicality of her lyrics, the way in which the words join the music.
There were two instances where the setlist parted from the record. The first one was at the start of the second set. Before continuing with the album, Kate performed a musicalized version of Jakob Van Hoddis’ poem ‘Weltende’, from 1910. She did it in a restrained fashion, in German, very differently from how it was interpreted in the mid 80s by the Mike Westbrook Trio. The second was the performance, by the end of the evening, of ‘The Streams of Lovely Lucienne’, originally from the Westbrook & Company album ‘Platterback’ (1999).
A magical night that allowed us to attest once again to the good shape of these British jazz legends and their band.
Translation: Juanfran Andrade