Vazytouille es otra banda del fantástico sello Circum Disc. Como la Circum Grand Orchestra y la mayoría de integrantes de esta discográfica se trata de un grupo de jazz contemporáneo, pero quizá con una sonoridad más cercana al Avant-rock: apreciables influencias de Zappa, el sonido Canterbury o el Rock en Oposición. Estamos ante una banda con 14 integrantes y un solo álbum homónimo de 2011. ¡Pero qué álbum!
El que me conozca sabrá cómo disfruto un disco así, en el que los límites de género y estilo no están nada definidos, en el que el rock, el jazz y la música académica se dan la mano formando un híbrido en el que es difícil separar las partes del todo.
El inicio con “Du Jour” es todo un sopapo musical que comienza con un impresionante ostinato de voces femeninas superpuestas sobre el que se van añadiendo elementos de todo tipo: formando contrapuntos, adornos, detalles grotescos y coloristas entre los que crece una preciosa melodía arreglada con un buen gusto extraordinario. La mera escucha de esta joya de escasos 3 minutos y medio ya vale la pena para hacerse con este disco. No estoy exagerando.
“Orgiak Suite” es un tema impresionante que consta de dos partes: una primera con mucha fuerza rockera, un tema central muy propio del avant-rock con aires zappianos y un desarrollo de puro jazz-rock, con fantásticos solos y arreglos. La segunda parte crece a partir de un solo de piano con movimientos de una masa orquestal densa que surge a modo de diálogo con el piano. El clímax lo continúa un muy buen groove rítmico sobre el que se expone una preciosa melodía al más puro estilo del jazz británico. Para enmarcar.
“La Chute” es una pieza compleja que inicia con un contrapunto sorprendente. Éste y otros temas me traen a la mente a aquella joya del Rock en Oposición francés que es Eros, de Dün, así como bandas contemporáneas como Stabat Akish. El posterior solo de flauta da entrada al tema melódico de la pieza, también muy afín al jazz británico. Los siguientes solos de trombón y arreglos son magníficos, que dan paso a la bonita melodía final.
“Babiole” es otra buena pieza, de carácter más minimalista, construida a partir de un ostinato melódico sobre el que se van sumando elementos en el que destaca la voz de Lune Grazilly haciendo todo tipo de sonidos expresivos.
“Masay Christo” es otro de los platos fuertes de este disco, dividido en dos partes. En la primera, un pulso metronómico marcado entre el bajo, la batería y los vientos, entrando unos y saliendo otros, vertebran esta pieza de aires canterburianos y detalles zappianos, con una buena melodía. La segunda tiene como eje un ostinato rítmico creciente sobre el que aparece un nuevo tema melódico que da pie a un pasaje con batería free, efectos electrónicos con el piano eléctrico y densos movimientos armónicos orquestales, que me recuerdan a Keith Tippett. Esta sección da entrada a un nuevo groove jazz-rockero que, tras un muy buen solo de guitarra, presenta otro fantástico tema melódico (y ya van…), realmente inspirado, bien arreglado, emotivo, complejo y atractivo. Es lo que se dice componer con maestría y buen criterio.
“Dégel” es otra bonita pieza vocal, creada, arreglada e interpretada con muy buen gusto. Los arreglos vocales más acentuados recuerdan irremediablemente a Magma, y el solo de flauta es fantástico.
“Si… Si…” tiene un comienzo free, lleno de detalles sutiles en la articulación de los vientos, creador de texturas, que mezcla timbres y colores, y va in crescendo con un ostinato rítmico de batería en el que van entrando los instrumentos en sincronía con la batería hasta la presentación de otro gran tema melódico. Una gran muestra de la enorme calidad de los músicos que componen esta banda.
“Bill” es el tema que cierra el disco, una pieza vocal con una melodía preciosa, vertebrada por un ostinato de piano y, de nuevo, unos arreglos acertadísimos. El solo de trompeta es desgarrador, y el final del tema… apoteósico.
Cuando uno escucha un disco así se vuelve a preguntar: ¿de verdad nadie conoce esto? El nivel de interpretación, composición, arreglos, producción… es tan alto que cuesta comprender que pasará desapercibido al 99.9%, ya no sólo de las personas, ni de los amantes de la música, sino de los que realmente disfrutan este tipo de discos. Vivimos en un mundo muy abierto musicalmente, en el que es fácil darse cuenta de la ingente cantidad de música de altísima calidad de la que podemos disponer, pero también es cierto que, si bien la mayor democratización del uso de tecnologías para grabar, producir y distribuir hace posible que podamos acceder a todo tipo de creaciones musicales en cualquier lugar del mundo, es muy difícil encontrar filtros que nos faciliten encontrar esas músicas. Pequeños sellos como Circum Disc nos ayudan a hacer esa selección y poder encontrar entre lo bueno lo extraordinario, como pueden ser los casos de Vazytouille o Circum Grand Orchestra. Y nosotros, desde aquí, humildemente intentamos colaborar en esa tarea. Pero, aún así, uno toma conciencia de todo lo que, irremediablemente, se le escapa…