Es curioso como el inconsciente te juega malas, o en este caso, buenas pasadas. Hace muchos años que no escucho habitualmente los discos de Camel, y la mayoría de conciertos a los que asisto hoy en día suelen ser bastante diferentes a lo que la banda de Andy Latimer ofrece, y sin embargo, fue recibir el correo del Barbican de Londres anunciando su actuación y compré las entradas al instante, sin pensarlo dos veces. No es nada raro. En las dos ocasiones anteriores en las que los vi, en Barcelona en 2000, y en Granada en 2003, me lo pase en grande, y aunque en aquellos momentos Camel sí era una de mis bandas favoritas, estaba seguro que seguiría disfrutando de una nueva actuación. Además, resulta muy atractivo que el plato principal sea la interpretación íntegra de una joya como “The Snow Goose”, y más cuando no se tocaba en directo en su totalidad desde su presentación en 1975.
El Barbican Centre, en Londres, en un centro cultural enorme, que cuenta, entre otras muchas cosas, con el Barbican Hall, una sala de conciertos con capacidad para unas 2000 personas, muy cómoda y con una buena acústica. Desde la tercera fila donde estaba situado, se veía y escuchaba a la banda a la perfección. La formación consistía en Andy Latimer (guitarra, flauta,teclados ocasionales y voz), Colin Bass (bajo, guitarra acústica y voz), Guy Leblanc (teclados,algo de guitarra acústica y coros), Jason Hart (teclados, guitarra acústica ocasional y coros) y Denis Clement (batería y bajo en algunas piezas). Como podéis comprobar es la misma formación que grabó “A Nod and a Wink” en 2002, con el añadido de Jason Hart.
Tras una larga y merecida ovación del público al salir Latimer y su banda al escenario, el quinteto comenzó la interpretación de“The Snow Goose”. Enseguida nos damos cuenta de lo necesario que es tener dos teclistas en este caso, ya que esta es una obra con unos fondos y unas texturas complejas, que originalmente se grabaron con teclado y orquesta. Leblanc toma el papel principal, y Hart lo apoya constantemente. 50 minutos maravillosos, en los que la banda tocó esta gran pieza de una forma bastante fiel, aunque notamos algunos cambios notables en partes como “Sanctuary”, “Migration” o “Rhayader Alone”, que duraron bastante más que las originales, con nuevas partes de guitarra, flauta y teclados. En general, me pareció impresionante. Es verdad que algunos sonidos de teclado, al intentar imitar los pizzicatos de las cuerdas originales o los sonidos orquestales, resultaban algo artificiales, pero es normal, ya que un teclado, por muy bien que suene, no es una orquesta. Una gran interpretación, con un Latimer en buena forma tanto con la guitarra como la flauta, con una buena sección rítmica y los teclados combinándose perfectamente.
Tras un descanso, comenzó la segunda parte del concierto. Y lo hizo con una bonita versión de “Never Let Go”, con la parte vocal en acústico y la instrumental como siempre. Una interpretación similar a la que Camel tocaba en la gira de “Dust and Dreams”, y que podéis escuchar en el doble directo “Never Let Go” de 1993. Continuaron con “Song Within a Song”, una gran versión de “Echoes”, la emotiva “The Hour Candle”, con Latimer demostrando el sonido que puede sacar todavía de una guitarra, la inesperada “Tell Me”, muy bien cantada por Bass y con Clement al bajo, “Watching the Bobbies”, la genesiana“Fox Hill”, cuyas partes vocales no he soportado nunca, aunque me encantan las instrumentales, y para terminar la composición de Latimer y Leblanc, “For Today”. Como bis, la esperada “Lady Fantasy”, que sonó de maravilla y que terminó de rematarnos.
Una gran noche, en la que coincidimos varios españoles en el Barbican para ver un gran concierto, que superó mis expectativas.