Cuando Ferdinando Faraò, líder de la Artchipel Orchestra, me dijo que iba a invitar a Milán a Mike Westbrook y a su esposa Kate para interpretar con la orquesta su última obra, “A Bigger Show” (ASC Records, 2015), no me lo podía creer. En 2015, ya habíamos tenido la suerte de asistir a dos eventos inolvidables en esta ciudad, relacionados con esta enorme banda, el tributo a Soft Machine donde la Artchipel Orchestra estuvo acompañada por Keith y Julie Tippett, y el homenaje a Lindsay Cooper con Chris Cutler como invitado de honor. Si a esto le unimos que “A Bigger Show” es uno de los mejores discos de la impresionante carrera de Mike Westbrook, quizás la figura viva más importante del jazz británico, el subidón fue tremendo. No sé cuantos minutos tardé en organizar el viaje, pero no fueron muchos. No podíamos perdernos un evento como este.
Al principio, otro de los invitados de honor era el saxofonista Alan Wakeman, pero al final su lugar lo tomó otro gran músico, Pete Whyman, al que muchos conoceréis por formar parte del Delta Saxophone Quartet, y que ya había participado en algunos discos de Mike Westbrook.
Pete Whyman
La música de esta obra maestra es en su totalidad de Mike Westbrook, que además tocó el piano y se encargo de la dirección de la orquesta. Gracias a esto, tuvimos la oportunidad de escuchar a Ferdinando en un papel en el que sabíamos que era muy bueno, pero en el que aún no lo habíamos visto, como baterista. Los textos son todos de Kate Westbrook, algo cósmicos en ciertos momentos y surrealistas en otros, que nos llevan a una especie de gran parque de atracciones o a la carpa de un circo, para hablarnos del destino de ser humano en un escenario deshumanizado, en el que internet nos da la sensación de una falsa libertad. Estos textos no solo son cantados, sino también interpretados por los vocalistas/actores, respetando el inglés en las letras de las canciones, pero recitando en italiano las introducciones a cada pieza, siendo la tradución de Sergio Amadori y Alessandro Achilli. En realidad, el disco está basado en la suite “The Waxeywork Show”, publicada por Mike Westbrook Village Band en el álbum del mismo nombre de 2007, pero los temas han sufrido grandes cambios para ser interpretados por una orquesta.
Mike Westbrook
La formación completa fue la siguiente:
-Marco Fior, Marco Mariani y Gianni Sansone: trompetas y fliscorno
-Michele Benvenuti y Alberto Bolettieri: trombones
-Andrea Baronchelli: trombone y tuba
-Pete Whyman: saxo tenor
-Felice Clemente: saxo soprano
-Andrea Ciceri: saxo alto
-Rosarita Crisafi: saxo tenor
-Rudi Manzoli: saxo barítono
-Alberto Zappalà: clarinete y clarinete bajo
-Carlo Nicita: flauta
-Eloisa Manera: violín
-Giampiero Spina: guitarra
-Marco Vaggi: contrabajo
-Ferdinando Faraò: batería
-Lorenzo Gasperoni: percusión
-Kate Westbrook, Naima Faraò, Giusy Lupis, Serena Ferrara, Francesco Forges: voces.
-Mike Westbrook: piano y dirección.
La noche en el jardín botánico de Citta Studi comenzó con Kate Westbrook preguntando a los asistentes del concierto por su “imaginario” perro Lucky, mientras los músicos iban subiendo al escenario interpretando ya la fanfarria inicial. Ya todos arriba, reconocimos la maravillosa melodía principal de “Gizzards All Gory”, que se repetirá en varias ocasiones durante la noche. Westbrook escribió para este acontecimiento unos arreglos para el violín de Eloisa Manera, que sustituye el saxo original, siendo una de las grandes protagonistas de esta primera parte. Su solo es espectacular, y su apoyo a las excelentes partes vocales junto con la guitarra y el contrabajo resulta sobresaliente. Aquí también descubrimos la fuerza de la gran sección de vientos.
Mike Westbrook, Alberto Zappalà, Pete Whyman, Rosarita Crisafi, Andrea Ciceri, Felice Clemente
Mike Westbrook, Kate Westbrook, Naima Faraò, Serena Ferrara, Giusy Lupis, Francesco Forges
Tras la presentación del show por parte de los vocalistas, un precioso solo de contrabajo de Marco Vaggi nos adentra en “Juxtaposicions”, una de las mejores piezas que ha compuesto Mike Westbrook en su carrera. La suavidad de esta introducción, junto a la interpretación de la melodía principal con el saxo barítono, los arreglos de viento tan delicados y emotivos, y la entrada de las voces, hicieron de este momento del concierto algo muy especial. Westbrook la dirigió con firmeza, ya que hubo algún error en la entrada de los vocalistas. El día anterior habían estado ensayando 11 horas, como colofón de más de un mes de trabajo, pero aún así, tratándose de una obra de estas características y con 25 músicos en el escenario, no es difícil que se produzca alguna confusión. El hecho de que la prueba de sonido en el jardín botánico sólo hubiese durado una hora, también supuso un problema en los primeros minutos del concierto, sobre todo en el primer solo de trompeta de Gianni Sansone, que salió bastante descontento ya que no escuchaba bien los monitores. A este le siguió un impresionante solo de saxo soprano de Felice Clemente que nos dejó a todos alucinados. ¡Que belleza!. Tras repetir de nuevo la preciosa melodía vocal, en esta ocasión interpretada por Kate Westbrook, entramos en el tercer corte, “Freedom’s Crown”, dedicada a Stephen J. Hewitt, un conocido urbanista de Bristol que murió en 2014 de cáncer y que dedicó su vida a intentar hacer de las ciudades un entorno seguro y saludable. Una oda a la libertad en forma de blues que nos dejó a todos con la boca abierta, en parte por la alucinante actuación del flautista Carlo Nicita. Lo que comenzó como un solo se convirtió poco a poco en todo un armazón en el que se apoyó toda la pieza. En el disco, todo esto lo hacía el saxo, pero en mi opinión, la interpretación de Carlo y la sonoridad de la flauta hizo de esta versión algo superior. Si a esto le añadimos los increíbles coros, al más puro estilo del jazz británico de los ’70, y los arreglos de la orquesta, el resultado resultó inmejorable. Sin descanso, le tocó el turno a “Scattered and Cold”, que consiste en la melodía vocal central de “Gizzards All Gory”, escoltada por unos arreglos de viento más rockeros, y donde podemos escuchar un grandioso solo de saxo tenor de Pete Whyman, otro de batería de Ferdinando Faraò y un último de clarinete bajo de Alberto Zappalà.
Mike Westbrook, Carlo Nicita y Alberto Zappalà
Tras más de una hora de concierto, la banda decidió acometer el segundo Cd de “A Bigger Show” sin pausa alguna, algo que me encantó, ya que no me gustan nada los descansos en este tipo de eventos. Con un fantástico pasaje de aires espaciales con guitarra, violín y contrabajo con arco, comenzó “Propositions”, de proporciones épicas, con sus más de 30 minutos de duración. Una excelente composición, donde Mike Westbrook se centra bastante en el piano, y donde podemos escuchar fantásticos solos, como el de saxo barítono de Rudi Manzoli, el de saxo soprano de Felice Clemente, el de piano de Westbrook, acompañado después por un bonito dueto de saxo alto y trompeta (Andrea Ciceri y Gianni Sansone, que de nuevo se quejó del sonido de los monitores, y es que al parecer había un problema con su micrófono, aunque nosotros lo escuchábamos bien), y un solo realmente impresionante de saxo tenor de Pete Whyman. Destacar la labor de Kate Westbrook, Naima Faraò, Serena Ferrara y Francesco Forges a las voces, y sobre todo la de Gyusi Lupis, que tuvo un corto pero bonito momento estelar. Con “Gas, Dust, Stone” llegó otro de los grandes momentos de la noche, con una parte cantada que me encanta, y buenos solos, como el de fliscorno de Marco Mariani, el de trombón de Alberto Bolettieri, el de guitarra de Giampiero Spina y el alucinante solo de saxo alto de Andrea Ciceri sobre un ritmo lleno de vida, con la sección rítmica dándolo todo.
Rudi Manzoli
Felice Clemente
Andrea Ciceri y Gianni Sansone
Y para terminar, “Lovers Galore”, en la que se vuelve al tema central de la obra, y en la que Marco Fior hace un bonito solo de trompeta. Los vocalistas, excepcionales cerrando la actuación. Para nuestra sorpresa, la banda decidió improvisar, como después reconocieron, una salida triunfal del escenario, bajando por detrás uno a uno sin dejar de tocar, y continuando con la fanfarria final en el jardín, como una procesión en Nueva Orleans, y tocando varios minutos con todos nosotros alrededor mientras varias personas bailaban al ritmo de la música, incluyendo a Mike y Kate Westbrook, que bailaban agarrados en una bonita escena.
Ferdinando Faraò
Una noche inolvidable, repleta de jazz rock con aires teatrales y guiños al “musical”, en la que pudimos conocer a Mike y Kate Westbrook, y volver a charlar con Ferdinando Faraò ,Eloisa Manera o con amigos como Raoul Caprio o Italo Siano, que nos trataron, como siempre, estupendamente y con mucho cariño.
Texto: Francisco Macías
Fotos: Carla Martínez y Juan Sanchís
